Trabajos y Comunicaciones, 2da. Época, Nº50, e097, julio-diciembre 2019. ISSN 2346-8971
Universidad Nacional de La Plata - Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Departamento de Historia.

Dossier

El reordenamiento del Instituto Ravignani durante los primeros 60 en la documentación institucional

Nora Cristina Pagano

Programa de Investigaciones en Historiografía Argentina (PIHA) del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”. Universidad de Buenos Aires-CONICET, Argentina

Cita sugerida: Pagano, N. C. (2019). El reordenamiento del Instituto Ravignani durante los primeros 60 en la documentación institucional. Trabajos y Comunicaciones (50), e097. https://doi.org/10.24215/23468971e097

Resumen: La historia de la historiografía argentina abordó con distintos énfasis, temáticas diversas, sin embargo existe un virtual vacío historiográfico sobre el desempeño del Instituto y sus derivas a partir de mediados del siglo XX. En ese marco, el presente artículo -de carácter centralmente exploratorio y monográfico-, procura contribuir a la profundización de la memoria institucional; particularmente se aspira a reconstruir un breve aunque importante tramo de la prolongada gestión de Ricardo Caillet Bois como Director de Instituto Ravignani. Importa referir algunas características de su reordenamiento producidas en los primeros años de la década del 60. Palabras claves: Instituto de Historia, Historiografía Argentina, Ricardo Caillet Bois.

Palabras clave: Instituto de Historia, Historiografía Argentina, Ricardo Caillet Bois.

The reordering of the Ravignani Institute during the first 60s in the institutional documentation

Abstract: The history of the Argentine historiography approached with different emphases, diverse subjects, nevertheless a virtual historiográfico emptiness exists on the performance of the Institute and its drifts as of half-full of century XX. In this framework, the present article - of a centrally exploratory and monographic nature - seeks to contribute to the deepening of institutional memory; In particular, we aspire to reconstruct a brief section of the long term of Ricardo Caillet Bois as Director of the Ravignani Institute. It is important to mention some characteristics of its reordering produced in the first years of the 1960s.

Keywords: Institute of History, Argentine Historiography, Ricardo Caillet Bois.

Algunos aspectos del funcionamiento del Instituto Ravignani durante los primeros 60 en la documentación institucional.

La historia de la historiografía argentina abordó con distintos énfasis, temáticas diversas, sin embargo existe un virtual vacío historiográfico sobre el desempeño del Instituto Ravignani y sus derivas a partir de mediados del siglo XX. En ese marco, el presente texto aspira a contribuir a la profundización de la memoria institucional; particularmente el objetivo del mismo es reconstruir algunos aspectos significativos de un breve pero importante tramo de la prolongada gestión de Ricardo Caillet Bois como Director de ese Instituto: nos referimos a la coyuntura 1963-1965.1

La cercanía política e intelectual de Caillet con su maestro Emilio Ravignani, -fallecido en 1954- explica en buena medida su designación como Director del Instituto de Historia Argentina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) luego de los sucesos de septiembre de 1955. A partir de entonces, los años durante los cuales transcurre su gestión institucional, reflejaron las tensiones que surcaban un campo político e historiográfico complejo y diverso.

Una de las primeras medidas fue adicionar a la denominación de esa institución, la expresión “Dr. Emilio Ravignani”; ello implicaba no solo incorporar el nombre de su primer Director sino preservar una tradición institucional, administrar una “herencia inmaterial”, y dar continuidad a un modo de historiar.

Buena parte de la gestión de Ricardo Caillet Bois –y de su ocasional reemplazante Luis Aznar- al frente del Instituto durante los primeros 60, coincidió con el rectorado de UBA por parte de Julio Olivera; José Luis Romero revistió como Decano de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), en tanto que el vice decanato estaba a cargo de Luis Aznar, y el Departamento de Historia de esa Facultad se hallaba dirigido por Luis Arocena. Por su parte, el Director del Archivo General de la Nación(AGN) era Julio César González y se desempeñaba como Presidente de la Academia Nacional de la Historia (ANH), Ricardo Zorraquin Becú.2

Globalmente visto, el desarrollo del Instituto durante esta etapa se centró en su reorganización, proceso que también tenía lugar en la FFyL y en la misma UBA, cuya etapa inicial culminaría en 1958 con la sanción del Estatuto Universitario (Halperin Donghi, 1962). Tal proceso requería -entre otras cosas-, su reconocimiento institucional por parte de la UBA; ello implicaba informar a la Facultad sobre su estructura y funcionamiento, así como referir sus integrantes y personal atendiendo a la normativa correspondiente. Consecuentemente, tal reestructuración resulta perceptible en el Instituto mediante un conjunto de informes y memorias presentados; a través de esos documentos es posible reconstruir una parte de la dinámica institucional a comienzos de los años 60. Esta documentación contiene información que permite conocer buena parte de las fases que conducen a su reordenamiento, así como analizar de la conformación y la actividad del Instituto Ravignani.3

I.

En ese contexto resulta pertinente referir las resoluciones 1468 del 5 de abril de 1963 y 1497 del 3 de mayo de 1963 del Consejo Directivo (CD) de la FFyL;4 ellas fueron dictadas en el marco de la reorganización de institutos y tendían a coordinar y vigorizar las tareas de investigación. Disponían la presentación de informes y planes de trabajo elevados por los Directores de Institutos a la Facultad, detallando los objetivos y las funciones de cada uno de los miembros del personal.

Con fecha 11/9/1963 el Dr. L. Aznar -Director interino del Instituto quien ocupaba simultáneamente el vice Decanato de la Facultad-5elevaba al Decano Romero una nota en la que, a requerimiento de éste, se anunciaba la presentación de un informe de actividades desarrolladas en el Instituto durante el año 1962, y por separado se proporcionaba una serie de datos requeridos por circular del 1 de julio de 1963. Aznar aprovechaba la oportunidad para expresar dos necesidades: fijar fondos estables para continuar con las publicaciones del Instituto (series documentales, monografías y Boletín), y ampliar su denominación y actividades específicas referidas tanto a la historia nacional cuanto a la americana según el proyecto de resolución que hizo conocer oportunamente al Decano.6

En el Informe sobre las actividades desarrolladas en el Instituto de Historia Argentina “Dr. Emilio Ravignani” durante el año 1962,7se declaraba que las mismas estaban centradas en la preparación y edición de series “Documentos para la Historia Argentina”, “Publicaciones del Instituto de Historia Argentina” y “Boletín del Instituto de Historia Argentina”.

Aludiendo al primer punto -Documentos para la Historia Argentina-, se consignaba el proyecto “Mayo Documental”; los demás corpus documentales organizados por el Instituto8 -la edición del Archivo Quiroga, y los documentos relativos a la Historia de las Islas Malvinas (colección que ya había publicado su segundo volumen.), se hallaban detenidos por falta de recursos.

Se aludía asimismo a las Publicaciones del Instituto, a la segunda época del Boletín y al personal. En cuanto a los recursos económicos, se declaraba que el Instituto de Historia Argentina carecía de recursos propios.

Según se deduce de la documentación institucional,9 el 25/10/1963, el Decano Romero comunicaba al Instituto las resoluciones dictadas por el Consejo Superior (CS) de la UBA relativas a los antecedentes y situación actual de las “entidades que funcionan con el nombre de Institutos”. En respuesta a ella, el 9/12/1963, Aznar –en condición de Director interino del Instituto-, enviaba a Romero una nota de respuesta a la de éste en la que se le elevaba el Informe del Instituto temporalmente a su cargo, correspondiente al año 1963.10 En el mismo se consignaba la consabida información referente al local, biblioteca, material de investigación, equipo, personal, recursos académicos y trabajos en ejecución, similar al informe presentado el 11/9/1963; pero lo interesante resulta de leer este documento a la luz de la coyuntura: la necesidad de reestructuración institucional y el consiguiente relato orientado a subrayar y fundamentar la relevancia del Instituto.11

El documento presentado está precedido por una síntesis histórica que constituye una breve historia institucional; ella se iniciaba como un “justiciero homenaje al Instituto de Investigaciones Históricas, hoy Instituto de Historia Argentina “Dr. Emilio Ravignani”, en tanto “uno de los centros de investigación más antiguos y acreditados de la Universidad de Buenos Aires, y en su especialidad, el que más renombre goza en el país y en el extranjero”. Se apelaba a la historia institucional para fundamentar tal diagnóstico, afirmándose que “el Dr. Ravignani (en calidad de Director del mismo desde 1921) coordinó la labor de los especialistas más caracterizados de nuestro medio y del exterior, mediante un equipo técnico que garantizaba la seriedad de la búsqueda, acopio y publicación de materiales históricos”. Sucesivamente fueron designados adscriptos honorarios correspondientes a del Instituto los señores Vicente Dávila (Caracas), Albert Mathiez (París), José Toribio Medina (Chile), Pedro Torres Lanza (Sevilla), Antonio L. Valverde (Habana), Jerone Carcopino (París) y José Ots Capdequi (Bogotá). Los adscriptos honorarios nacionales eran: Mario Belgrano, Jorge Cabral Texo, Ricardo Caillet Bois, Juan Canter, Rómulo Carbia, Carlos Correa Luna, Abel Chaneton, Jorge Furt, Diego L. Molinari, Martín Noel, Juan Probst, Luis M. Torres y Benjamín Villegas Basavilvaso.

Se consignaba que el equipo técnico estaba constituido por José Torre Revello (encargado de investigaciones y jefe de comisionados destacados en Europa), Emiliano Jos (auxiliar de investigaciones con asiento en Madrid), León Baidaff (auxiliar de investigaciones en París), Iso Brante Schweide (auxiliar de investigaciones en Berlín), Phina Schreder (auxiliar de investigaciones en Londres). En Buenos Aires actuaron como encargados de investigaciones los señores Juan Canter, Víctor Díaz, y Juan Suata; como corresponsal viajero, el señor Eduardo Fernández Olguín, y como auxiliares técnicos de publicaciones, las señoritas Clara y Amalia Fanelli y el señor José Aguirre. Había además “un cuerpo permanente de copistas y fotógrafos”

Prosigue el documento refiriendo la dirección de Diego L. Molinari, en 1948, cuando fueron reorganizados los Institutos de la Facultad “el de Investigaciones Históricas se diversificó en la sección Argentina y Americana (anexa a la Dirección), sección de Historia Antigua y Medieval y sección de Historia de España. En 1950 la sección Americana se desprendió de la Argentina y fue encomendada al Sr. José Torre Revello”. En 1954 “se procedió a un cambio de nomenclatura: el Instituto pasó a llamarse Departamento de Investigaciones Históricas; la sección Argentina se denominó Instituto de Historia Argentina, anexo a la dirección del Departamento, y la sección Americana se llamó Instituto de Historia de América, quedando a cargo del Sr. Torre Revello”.

Luego del golpe de estado de septiembre de 1955 y de la consiguiente reorganización de la UBA, fue designado Director del Instituto de Historia Argentina al profesor Ricardo Caillet Bois, reuniéndose en una sola entidad al personal y los materiales de las secciones argentina y americana. “Al mismo tiempo se agregó al nombre del Instituto el aditamento “Dr. Emilio Ravignani” como un homenaje a su organizador y eminente director, situación que se mantiene hasta el presente”.

Refiriéndose a la “situación actual12 -1963- se consignaba que el Instituto funcionaba en Viamonte 694, compartiendo el local con los Departamentos de Historia, Filosofía y con los Instituto de Historia Antigua y Medieval y de Filosofía. Ocupaba dos habitaciones amplias dotadas de muchos libros, dos cuartos diminutos donde trabajaba el personal auxiliar y los alumnos que realizaban trabajos de seminarios e investigaciones.

La biblioteca se componía de la del mismo Instituto, especializada en historia argentina y americana conformada con material bibliográfico adquirido por compras, canje, y de otra adquirida a los herederos de E. Ravignani en diciembre de 1956. La primera contaba con 19.500 volúmenes, revistas y otras publicaciones periódicas que sumaban 32.900 números y 4000 folletos. La otra estaba conformada por 15.000 volúmenes y estaba considerada muy positivamente por los americanistas. El texto consignaba que por ese entonces el Instituto intercambiaba por canje 700 publicaciones. El ámbito de labiblioteca funcionaba también como sala de lectura.

Se refería asimismo los materiales destinados a la investigación; allí se listaban la colección de copias de documentos tanto del interior como del exterior del país, colección integrada por 260 carpetas (20 de Archivos del interior del país, 220 del Archivo de Indias y del AGN, 10 del Archivo Quiroga y 10 del Archivo sobre las Islas Malvinas, estos dos últimos en publicación).

Por su parte, el equipamiento constaba de armarios, muebles, ficheros máquina de escribir, cámara fotográfica y complementos.

En cuanto al personal se listaban a R. Caillet Bois como Director, y a L. Aznar como Director interino; los auxiliares de investigación eran las Profesoras Mirta de Popoff y Maria Esher Caffese. Respecto a las auxiliares técnicas, Amalia F. de Caillet Bois se encargaba de la copia de documentos y de la corrección de pruebas de imprenta, y la señora de Nerone era la encargada de publicaciones, archivo y correspondencia. El cargo de bibliotecaria recaía en Aida de Solaroff y el de organizador técnico de la Biblioteca en Roberto Nuñez.

En lo referente a los recursos económicos, se aclara que el Instituto no posee fondos fijos presupuestados por la Facultad; sus publicaciones proceden de partidas votadas por el Consejo Directivo de esa institución, circunstancia que genera no pocas dificultades. Las sumas provienes también del Congreso Nacional, particularmente para imprimir obras - vgr. Mayo Documental, Mayo en la bibliografía,- y textos de German Tjarks, Ricardo Donoso, M. Celina Barros Arana, Agustin de Zarate.

En esta “nueva etapa”, se “reanudó” la publicación del Boletín e “intensificó” la edición de documentos y monografías y tareas de investigación. Actualmente –decía Aznar- el Instituto está empeñado en la publicación de series documentales: el Archivo Quiroga, la colección de Documentos relativos a la historia de las Islas Malvinas y de Mayo Documental, y terminaba diciendo que “el Instituto de Investigaciones Históricas, hoy Instituto de Historia Argentina “Dr. E .Ravignani”, es uno de los centros de investigación más antiguos y acreditados de la Universidad de Buenos Aires y, en su especialidad, el que más renombre goza en el país y en el extranjero. Su desaparición o disminución sembraría el desconcierto en todos los centros y personas que se dedican al estudio de la historia nacional y americana…..”13

Esta documentación proporciona, además de una interesante crónica de la historia institucional, algunos datos sobre publicaciones, instalaciones, biblioteca, y personal, en momentos previos al reconocimiento del Instituto por parte de la UBA.

II.

La restructuración del Instituto era una excelente oportunidad no sólo para acreditarlo sino para que en ese marco, también fijara -y expandiera- su jurisdicción, integrando áreas y prácticas que se desarrollaban desde tiempo atrás. De esta manera adquiere precisa relevancia la nota del 11/9/1963 referida anteriormente en la que Aznar marcaba la conveniencia de un cambio de denominación que contemplara la incorporación del área de la historia americana y las correlativas actividades e investigaciones, temáticas que finalmente se expondrán en el CD .de la FFyL el 19/12/1963.14

El expediente correspondiente partía de ciertos consideraciones: en primer lugar se aludía a la resolución del Consejo Superior (CS) de la UBA del 14/9/1963 que concedía un plazo de 6 meses para que las facultades regularicen la situación de sus Institutos adaptándolos a los requisitos establecidos en la resolución n. 2.853 del citado cuerpo. En segundo lugar, se verificaba la existencia en esta Facultad, de varios Institutos con una prolongada y fecunda trayectoria en el campo de la investigación. En tercer lugar, dichos Institutos – y otros- fueron constituidos provisoriamente por resolución nº. 1.468 de este Consejo Directivo para que definieran su estructura y ajustaran su funcionamiento, enunciaran sus proyectos de trabajo y precisaran las funciones de su personal, con la intención de hacer de ellos una “unidad de investigación”. Finalmente se refería que durante la etapa de la reorganización de los Institutos, se comprobó la conveniencia de reagrupar algunos y limitar el área de otros, dando lugar a la creación de nuevos Centros de Estudios

En función de lo anterior, el CD de la FFyL resolvía dejar constituidos provisoriamente a los efectos de gestionar su reconocimiento como dependencia de esta Facultad por el Honorable CS de la UBA, a los siguientes Institutos: de Historia de España, de Sociología, de Ciencias de la Educación, de Filología y Literatura Hispánicas “A. Alonso”, de Literatura Argentina “Dr. R. Rojas”, de Ciencias Antropológicas, de Estudios Clásicos; de Historia Argentina y Americana “Dr. E. Ravignani” (IHAA) sobre la base del anterior Instituto de Historia Argentina “Dr. E. Ravignani”.

Por lo demás, se autorizaba al Decano para realizar ante la UBA, las gestiones tendientes a obtener el reconocimiento de los Institutos mencionados acompañadas de toda la documentación necesaria. En tanto los Institutos se ajustarán a lo establecido a la resolución 1468 del 5/4/1963 dictada por este CD.

A partir de la Resolución anterior, el CD resolvía el mismo día, la dirección interina de los Institutos constituidos provisoriamente por resolución 2.104 de tal Cuerpo, correspondiéndole a R. Caillet Bois la del de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani.15

Consecuentemente, hacia fines de 1963 quedaba reorganizado el Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. E. Ravignani; interesa ahora abordar la institucionalización del área americana, ya que hasta entonces era un Instituto de Historia Argentina.

Indudablemente la temática americanista no era novedosa; nuestro país fue sede de congresos americanistas desde las primeras décadas del siglo pasado; ya Ravignani desde los años ’20 y Caillet Bois posteriormente, fueron profesores de Historia de América; también Aznar, Arocena, Torre Revello la cultivaron.16

En lo específicamente vinculado con el Instituto, recordemos que en 1948 el de Investigaciones Históricas se diversificó en la sección Argentina y Americana;17 dos años después, la sección Americana se desprendió de la Argentina y fue encomendada a J. Torre Revello; luego, los cambios producidos en 1954 originaron el efímero Instituto de Historia de América. A mediados de noviembre de 1955 el Interventor M. Salas le comunicaba a R.Caillet Bois la normativa del Decanato que dispuso que el patrimonio del Instituto de Historia de América -cuya dirección estaba vacante por renuncia de J.T. Revello-, se incorporara al del Instituto de Historia Argentina a su cargo, “reuniéndose en una sola entidad al personal y los materiales de las secciones argentina y americana”. Por lo demás, ya en el plan de 1958 se preveía una Licenciatura en Historia con orientación en Historia social y económica y la Licenciatura en Historia con orientación en Historia argentina y americana.18

Se trataba entonces de una extensa tradición que la normativa de fines de 1963 no hacía más que retomar; así, mientras se elevaban informes para acreditar al Instituto, se hacían gestiones para expandir su jurisdicción y correlativas actividades. En efecto, como ya fuera apuntado, en la nota de Aznar a Romero fechada el 11/9/1963 se señalaba la conveniencia de ampliar la denominación del Instituto a fin de abarcar el área americana “según el proyecto de resolución que tuve oportunidad de hacer conocer al Señor Decano”.19

En tal sentido, en el archivo institucional figura un “Proyecto de resolución sobre reordenación del Instituto de Historia Argentina“Dr. E. Ravignani” (sin fecha).20 En el mismo se hacía referencia a la Ordenanza sobre institutos ya mencionada emanada del CD con fecha 5 de abril de 1963. En ese proyecto se afirmaba que en el actual plan de estudios figuraba un “Instituto de Historia de América” que, no ha logrado ponerse en funcionamiento pese a varias iniciativas. Se consignaba que ya durante la dirección de Ravignani tuvieron lugar tareas orientadas indistintamente hacia la historia nacional y la americana, tal como lo prueban las publicaciones. Asimismo se refería que el Departamento de Historia está elaborando un plan de estudios para la especialidad de Historia argentina y americana, “en el entendimiento de que ambos sectores coinciden en su orientación y finalidad”.

En sus considerandos, en el proyecto se señalaba que los problemas de la historia argentina en particular y de la América en general se hallaban estrechamente vinculados, tanto en su temática cuanto en su método y técnica de investigación, al punto de que en muchos casos resultaba difícil deslindar conceptualmente entre unos y otros. Desde la perspectiva institucional, se argumentaba que el Instituto Panamericano de Geografía e Historia recomendó la creación de cátedras y centros de investigación especializados en historia americana. Luego de enunciar estos considerandos, el proyecto concluía : el “CD de la FFyL resuelve que el Instituto de Historia Argentina “Dr. E. Ravignani” se denominará Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. E. Ravignani”. En su artículo 2 se estipulaba el intercambio activo de información en centros nacionales e internacionales que se dediquen a la especialidad. En el artículo siguiente, se preveía un cuerpo de adscriptos honorarios “compuesto por personas que se hayan destacado en el cultivo de la historia argentina o de la historia americana”.

Consecuentemente el proyecto de resolución – que probablemente Aznar acercó a Romero-, recogía los principales argumentos que hicieron posible la ya referida la resolución 2104 del CD. Bien mirado el Proyecto y el posterior cambio de denominación del Instituto, podría inscribirse en una dinámica más amplia que ahora adquiría un nuevo impulso demandado en buena medida por la coyuntura.

El primer escenario en el que habría que colocar esta problemática, es el clima de la Segunda Posguerra –fundamentalmente los años 50 y 60 del siglo pasado- en Europa y EE.UU, que enmarca la institucionalización de los estudios sobre América Latina como objeto de investigación (Pietschmann, 2000).

El segundo escenario –relacionado con el primero- podría estar vinculado a relaciones personales e institucionales, en cuyo caso las referencias bibliográficas apuntan a la centralidad de Richard Konetzke y su interés por el área americana colonial; tal interés lo llevó a conectarse en los primeros años 50 con investigadores que pasaron por Sevilla o se ocuparon de la Historia de América entre los que se menciona a Caillet Bois y Zorraquin Becú con quienes mantuvo contactos. En 1956 Konetzke creó el Departamento Ibérico y Latinoamericano de la Universidad de Colonia; cinco años después fue designado como catedrático numerario de la misma Universidad donde dirigió las primeras tesis doctorales dedicadas a temas americanos pertenecientes a G. Kahle y H. Pietschmann (Flachs y Knoll, 1989), el primero de ellos muy vinculado a Caillet.21

El tercer escenario posible a nivel regional, es el aludido en el mismo Proyecto y se refiere al Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH),22 institución muy vinculada con el Instituto Ravignani. En 1961, Ricardo Caillet Bois se desempeñaba como presidente de la delegación argentina y titular comisión Historia, en tanto Julio César González era representante nacional suplente por Argentina.23

En 1965 se aprobaba el Plan de Estudios de la Carrera de Historia con Especialización/Orientación en Historia Argentina y Americana, acaso en respuesta a la orientación en Historia social y económica. El Plan había sido discutido durante el mes de diciembre y aprobado a finales de dicho mes por Resolución 4040 del Consejo Directivo; Julio C. González, profesor de Historia de América fue uno de quienes lo presentó.24

Esta apertura hacia el área americanista resultó un proceso expansivo, no exento de conflictos (Buchbinder; 1997; 210); la institucionalización del área culmina en 1971 con la creación en el Instituto Ravignani de la Sección Historia de América al frente de la cual era designado el profesor ordinario titular con dedicación exclusiva de Historia de América II, Julio C. González.25

III.

Concluido el reordenamiento, los informes correspondientes a 1964 y 1965 hacían fundamentalmente hincapié en investigaciones e investigadores.

Así el Informe de 1964 se centraba en la información sobre la actividad desplegada por Caillet Bois.26 Se consignaba allí que “reintegrado el suscripto al su cargo luego de desempeñarse como embajador en la UNESCO…se abocó a la tarea de los volúmenes 9, 10 y 11 de ‘Mayo Documental’, corrigiendo pruebas y preparando los volúmenes 12 a 15 si se amplía el subsidio de la Comisión de homenaje a los 150 años de Mayo”. Asimismo supervisó las investigaciones,fichaje, clasificación y copias del Ministerio de Relaciones Exteriores, tarea dirigida por la profesora Cristina Minutolo (Jefe de Trabajos Prácticos del segundo curso de Historia Argentina.27 Investigó en los archivos de Dardo Rocha y Enrique Stein; organizó copias obtenidas de su permanencia en Francia obtenidas en el Archivo sobre Affaires Extrajeres. Presidió la Sección Historia de la Comisión Nacional del Instituto Panamericano de Geografía e Historia como delegado de la Facultad. Fue miembro de la Comisión Asesora en Ciencias Antropológicas y Arqueológicas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Respecto de las historia de las Islas Malvinas, organizó un seminario con el material existente en el Instituto, realizó conferencias y una muestra en el Museo de la Casa de Gobierno; integró la comisión organizada por la ANH – acorde con un pedido de colaboración efectuado por el Ministerio de Relaciones Exteriores. Asesoró la investigación sobre partidos de derecha del profesor norteamericano Ronald Dolkhart (Universidad de California), y prestó colaboración al profesor John Elliot (Trinity College Cambridge, James Levy, Carl Soldberg (Universidad de Stanford) y el profesor. William Hall. Finalmente, dirigió varias investigaciones.28

En la Memoria de 1965 se informaban las investigaciones de German Tjarks, R. Caillet Bois, A. Pérez Amuchástegui.29 Tjarks continuaba la tarea de copia, información documental y periodística sobre “los Estados Unidos del Plata”. Asimismo clasificó y copió parte del Archivo Elizalde.

Caillet Bois terminó de inventariar y copiar la documentación procedente del archivo Henri Stein; iniciaba la exploración del archivo Dardo Rocha y la revisión de la colección de diarios (1875-1878) “La Tribuna” y “El Nacional”.

Pérez Amuchástegui continuaba con las tareas de fichaje y clasificación del material investigado por el grupo que dirigía, cuyo tema central era “Criollos, capitales e inmigración 1860-1930”.

Marta Golberg y Laura Yany investigaban sobre el negro esclavo entre 1816 y 1820; Héctor Lanata sobre empréstitos y comercio en el mismo arco temporal. .

El documento proporcionaba asimismo una interesante información sobre la labor docente y extra programática; en esa línea se destaca la concurrencia de Ricardo Caillet Bois a la VIII Asamblea del IPHG en la ciudad de Guatemala entre el 25/6 y el 10/7 de 1965 en calidad de representante de la ANH y la exposición sobre las Islas Malvinas en el museo de la casa de gobierno de la que era Director.

IV.

En el contexto del proceso de reordenamiento universitario iniciado en el inmediato post peronismo, en este escrito se ha procurado estudiar las características que asumió tal proceso en el ámbito del Instituto Ravignani según sus propias fuentes, es decir, en la documentación institucional. De ella se desprenden algunas conclusiones.

En primer lugar destacamos la escasa distancia temporal entre los informes de 1962 y 1963, o bien entre éstos y las resoluciones del CD, conforme a lo estipulado por el CS de la UBA. Ello sugiere cierta premura en el proceso de reordenamiento, y acaso sea indicador de la voluntad del decanato de la FFyL por satisfacer los requerimientos para producir aquella reestructuración. A propósito recordemos que José Luis Romero se desempeñaba Decano de la FFyL y el vice Decanato era ocupado por Luis Aznar, quien a su vez oficiaba como Director interino del Instituto de Historia Argentina, circunstancia que facilitaba la .articulación entre ambas instituciones.

En segundo lugar la documentación institucional tiende a presentar la gestión institucional de Caillet Bois en términos de continuidad respecto de la desarrollada por Ravignani; ello no sólo se halla sugerido en las fuentes sino que resulta perceptible en el análisis. Así por ejemplo, respecto del personal, Amalia Fanelli (luego “de Caillet Bois”) y Maria de Nerone estaban ya citadas por Ravignani en 1937 como correctoras de pruebas de imprenta.30 Lo mismo puede afirmarse respecto de las actividades desarrolladas, específicamente a las ediciones documentales; el Archivo Quiroga constituía una iniciativa diseñada y comenzada a ejecutar durante la dirección de Ravignani; cosa análoga sucedía con el Boletín, cuya primera época era continuada ahora por la segunda. Por su parte, la cantidad de notas en las que pueden verificarse los canjes de publicaciones producidos entre el Instituto y diversas instituciones locales e internacionales, en su mayoría de carácter académico –que según los informes ascendían a 700- también procedían en su mayor parte de vinculaciones previas.

Dos emprendimientos pertenecen a Caillet Bois, aun cuando su formato representa una prolongación de la etapa anterior; precisamente en los Documentos para la Historia Argentina: éste publicaba la Colección de documentos relativos a la historia de las Islas Malvinas cuya introducción le pertenece.31 Se trataba de un antiguo interés de Caillet por la temática; en 1948 había publicado en la editorial Peuser, “Las Islas Malvinas, una tierra argentina, Ensayo basado en una nueva y desconocida documentación, y ocho años después “Las Malvinas y la Antártida argentina.”, obra aparecida en el número 34 de la Revista de la Escuela Superior de Guerra. La otra serie era Mayo Documental, iniciativa potenciada por la coyuntura del sesquicentenario de la Revolución de Mayo. La Comisión Nacional Ejecutiva (CNEHSRM) contó con una subcomisión de Asuntos Historiográficos y Folklóricos, integrada entre otros por Ricardo R. Caillet Bois a quien pertenece la redacción tanto de la advertencia como del prólogo de la obra.32

La continuidad entre ambas gestiones-, también resulta perceptible en la estrategia de expansión institucional implementada por ambos Directores. Así sucede con la temática americanista ya abordada en la época de Ravignani; su institucionalización – IHAA- en el caso de Caillet Bois, no oculta la similitudes en su tratamiento; en otros términos, las particularidades historiográficas que su inclusión hacía predominantes en el Instituto consistían básicamente en vincular esa temática con la historia local, de modo que ésta aparecía estrechamente relacionada con aquella.

Esta verificación permite pensar que la gran línea de continuidad se vincularía con un similar modo de historiar, hecho que para los primeros 60 contrastaba con el procedente de la Renovación, con presencia académica en la misma FFyL. En efecto, si por las Resoluciones 2104 y 2105 dictadas por el CD.se reconocía institucionalmente el IHAA, dirigido por Ricardo Caillet Bois, mediante las 2.106 y 2.107 se creaba el Centro de Estudios de Historia Social (CEHS) bajo dirección de José L. Romero;33 en su conjunto ellas reflejaban también una distribución de espacios entre “restauradores” y “renovadores” al interior de la Facultad.

Los sucesos de junio de 1966 no significaron para Caillet Bois interrupción alguna de su tarea de dirección del Instituto. La ausencia institucional de los renovadores no impidió la difusión de sus consignas; la retórica de la “renovación” pudo penetrar hasta en esas concepciones tradicionales.

No obstante en correspondencia dirigida a Eugenio Petit Muñoz, agradeciéndole el envío del tercer tomo de los Documentos para la Historia de la República Oriental del Uruguay, publicado por el Instituto de Investigaciones Históricas, Ricardo Caillet-Bois decía: “Este volumen [es] una respuesta contundente a ese nuevo tipo de historiador nacido a orillas del Plata. Imbuidos de la nueva corriente de la historia social y económica, creen o simulan creer que se puede alcanzar la meta sin recurrir a los viejos y polvorientos manuscritos. Se convierten entonces en sistemáticos detractores de quienes como nosotros frecuentan la consulta de legajos en los archivos. Ellos no necesitan semejante aporte. Se valen de obras ya impresas y mediante ellas aderezan un nuevo refrito” (Zubillaga, 2003).

Fuente institucional

Archivo del Instituto “Dr. Emilio Ravignani” (AIR). Archivo de la Dirección del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, Facultad de Filosofía y Letras .Universidad de Buenos Aires.

Carpeta 90. Correspondencia 1960-1970

Carpeta 91. Correspondencia 1962-1964

Carpeta 93. Correspondencia 1966-1967

Referencias bibliográficas

Buchbinder, Pablo. (1997) Historia de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires.

Flachs, M Cristina Vera de y Knoll, Hans (1989) “Richard Konetzke. Su papel como receptor del método de los Annales en el ámbito de los estudios latinoamericanos en Alemania”, en: Cuadernos de historia contemporánea, n. 11, Editorial Complutense de Madrid.

Halperin Donghi, Tulio (1962) Historia de la Universidad de Buenos Aires, Eudeba.

Pietschmann, Horst (2000) “La Historia de América Latina como subdisciplina histórica”, en: Anuario IEHS, 15.

Zubillaga, Carlos (2003) Carta de Ricardo R. Caillet-Bois a Eugenio Petit Muñoz, Buenos Aires, del 26-5-1967. Archivo del Instituto de Ciencias Históricas- Fondo del Instituto de Investigaciones Históricas. Correspondencia oficial. 1965-1967. “Comunidades historiográficas y renovación disciplinaria en Uruguay”, en: Revista Complutense de Historia de América, n. 29.

Notas

1 Su dirección transcurrió entre los años 1955 a 1973 y desde 1976 hasta 1977.
2 En otro trabajo en preparación, se trazan algunas redes relacionales y sugieren ciertos espacios de sociabilidad que vinculaban a estos y otros actores e instituciones.
3 La documentación que sustenta este texto está extraída fundamentalmente de las carpetas que componen el archivo institucional: Archivo del Instituto “Dr. Emilio Ravignani” (AIR). Archivo de la Dirección del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, Facultad de Filosofía y Letras.
4 Cfr. Carpeta 91, folio 112; nota del Decano de la FFyL José L Romero al Director interino Luis Aznar, de 18/7/1963.
5 Desde 1/10/1962 Caillet Bois se hallaba en uso de licencia por desempeñarse como embajador ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
6 AIR, caja 91, folio 105

Más abajo se retomará este último punto el punto considerado central en el marco del reordenamiento institucional.

7 AIR, caja 91, folio 106
8 UBA. Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”.Publicaciones históricas. Listado de Publicaciones desde 1908
9 AIR Caja 91, folio 152
10 Informe del 9/12/1963 suscripto por el Director interino del Instituto Luis Aznar al Decano de la FFyL José L. Romero; AIR, caja 91. Folio 170 y ss.
11 Por razones de espacio, no nos extenderemos en el informe correspondiente al año 1962; no habiendo diferencias sustanciales, lo haremos con el de 1963 que resulta más exhaustivo.
12 Caja 91, folio 174
13 AIR, caja 91, folio 177
14 Expediente del CD FFyL 497 del 19/12/1963. Resolución CD de la FFyL n.2.104

AIR 91 folios 197 y 198

15 Resolución CD de la FFyL nª 2.105 del 19/12/1963.

AIR Caja 91 folio 199

16 Debe señalarse que estos abordajes mayoritariamente no sobrepasan la etapa revolucionaria, por lo que debía hablarse de historia colonial y por tanto de historia americana, no argentina. Este rasgo continuará genéricamente como característica de la historia americana cultivada en el Instituto.

No se diferencia aquí – porque tal diferencia no aparece en los textos-, las distintas denominaciones: historia de América, historia americana, historia latinoamericana o historia de América Latina.

17 Archivo de la Facultad de Filosofía y Letras (AFFyL); AG370.
18 Véase el artículo de Martha Rodríguez que integra el presente dossier “Los estudios históricos en la Facultad de Filosofía y Letras (1955-1966). “Planteles docentes, planes de estudio y orientaciones historiográficas”.
19 AIR caja 91 folio 105 Nota de Aznar a Romero del 11/9/1963 . op. cit .nota 7
20 AIR, caja 91, folio 110
21 En la sesión del 6 de agosto de 1963. a propuesta del Rector de la Universidad Nacional de Córdoba -Jorge Orgaz-, se solicitó la distinción académica para el profesor Konetzke, fundando el pedido en que se trataba de una figura científica de prestigio internacional. El titulo otorgado por la universidad cordobesa fue recibido por Konetzke en la Embajada de la República Argentina en Alemania el 26 de febrero de 1964. El 21 de junio se firmó un convenio entre la Universidad Nacional de Córdoba y la de Colonia; basado justamente en ese convenio, el doctor Ceferino Garzón Maceda - director del Instituto de Estudios Americanistas de la Facultad de Filosofía y Humanidades de esa universidad -, le ofreció a Konetzke dictar un seminario para especialistas por dos meses en dicho Instituto. Véase Flachs,y Knoll, 1989.
22 El IPGH) organismo especializado de la Organización de los Estados Americanos (OEA) creado el 7 de febrero de 1928 y del que Argentina formaba parte Su órgano de expresión era la revista Historia de América que comenzó a aparecer en 1938 fundada por Silvio Zavala quien la dirigió hasta 1965, publicada bajo patrocinio de la comisión de Historia de dicho Instituto
23 “Instituto Panamericano de Geografía e Historia”, en: Revista Geográfica. T. 29, N.55, 1961. Asamblea General. VII agosto 1961 del IPGH, documento en el que consta la lista de participantes y resoluciones. Entre colaboradores “ilustres” se citan a J. Torre Revello, y R. Konetzke, no así a J. C. González.
24 Resolución CD 4.040, del 28 de diciembre de 1965, aprobando al plan de estudios para la Licenciatura y Profesorado de Historia, especialización en Historia Argentina y Americana firmada por Luis Aznar y Pedro Tur (Expediente nº 802808/65). La orientación en Historia Argentina y Americana ya estaba presente como una de las posibilidades en el plan de estudios de 1958
25 La Sección Americana fue creada al interior del IHAA en respuesta a la nota del Director Caille Bois, en consideración del material que poseía el Instituto, la cual permitía investigaciones sobre la temática, y en virtud de la reglamentación correspondiente del Estatuto Universitario resolución 192 del 30/3/1971
26 Por nota dirigida por el Director del Instituto – Caillet Bois- al vice decano FFyL Aznar, en respuesta a su comunicación del 2 del corriente, se informan las actividades correspondientes al año 1964.

AIR, caja 90, folio 164

27 Consta que también participaron las profesoras Beatriz Spota de Lapieza, Itta de Korin, Olga Garcia, Margarita Johannesen, Hebe García, Ana Magnavaca, Elena Rebok y Graciela Lapido. Las alumnas eran Laura Jany, Elsa Victorena, Hebe Oberti y Marta Petrone.
28 De la profesora Susana Ratto de Sambucetti sobre la crisis del 90; el profesor Luis Benvenuto quien investigaba sobre la política exterior de Yrigoyen y la Asamblea de la Liga de las Naciones; el profesor Héctor Lanata sobre la presidencia de C. Pellegrini; la profesora De Koris sobre el Acuerdo de San Nicolás y de las profesoras Johhannsen de Salinas y Fernandez sobre la colonización galesa
29 AIR, caja 93, folios 139 y ss
30 Véase: Asambleas Constituyentes Argentinas, Instituto de investigaciones históricas, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Ares, Peuser, 1937, Tomo I, p. XLVI.
31 Coleccion de documentos relativos a la historia de las Islas Malvinas. Caillet Bois, Ricardo R.( introd.). Documentos para la historia argentina; v. 25, 28, Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires, 1957-1961.
32 Caillet-Bois, Ricardo R, “Advertencia” y “Prólogo”, UBA, Facultad de Filosofía y Letra, Mayo Documental, Buenos Aires, Kraft, 1961, pp. IX- LXVII. Al parecer, también dos volúmenes del Boletín del Instituto se editaron con fondos de la CNEHSRM.
33 Con fecha 19 de diciembre de 1963 y por sendas Resoluciones del Consejo Directivo se creaban “Centros de Estudios” y designaban sus Directores. Resoluciones CD nº 2.106 y 2.107 del 19/12/1963

En el documento se afirmaba que además de los Institutos “existen otros centros de investigación y de docencia especializada en esta Facultad, también con larga trayectoria que realizan una labor importante en su área específica”. Tales Centros “no encuentran sin embargo en esta etapa peculiar de su desarrollo en la cual resultaría inconveniente perturbar su desenvolvimiento forzando su estructura y funcionamiento para adecuarlos inmediatamente a las exigencias de la resolución nº 2.853, por carecer aun de algunos recursos humanos y materiales para la realización de imprescindibles tareas auxiliares”. A cargo del CEHS se designaba al Dr. José L. Romero. AIR, caja 91, folio 200 y ss.

Recepción: 28 febrero 2019

Aprobación: 26 abril 2019

Publicación: 12 julio 2019

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