Trabajos y Comunicaciones, 2da. Época, Nº 44, e017, septiembre 2016. ISSN 2346-8971
Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Departamento de Historia

 

ARTÍCULO/ARTICLE

 

 

El territorio nacional de Misiones a través de su población: aproximaciones a partir del censo de territorios nacionales de 1920


Luz Irene Pyke

Centro de Estudios Históricos, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Mar del Plata – CONICET, CCT Mar del Plata.
Argentina
luzpyke@gmail.com

Cita sugerida: Pyke, L. I. (2016). El territorio nacional de Misiones a través de su población: aproximaciones a partir del censo de territorios nacionales de 1920. Trabajos y Comunicaciones (44), e017. Recuperado de: http://www.trabajosycomunicaciones.fahce.unlp.edu.ar/article/view/TyCe017

Resumen
El presente artículo propone el análisis de la composición socio-demográfica del territorio de Misiones a partir de los resultados del censo específico de territorios nacionales de 1920. Este análisis abordará tanto los resultados de este censo, como sus condiciones de producción y los objetivos políticos que inspiraron su realización. A través de este análisis se buscará, en primer lugar, abordar la realización de este censo como parte de la agenda de ampliación de derechos políticos del gobierno radical de la Argentina. En segundo lugar, conocer las características generales de la población de Misiones, en cuanto a su composición según sexo, edades y origen. En tercer lugar, observar las características poblacionales en las zonas fronterizas del territorio. El objetivo será aportar al conocimiento socio-demográfico de Misiones, en tanto permite observar las particularidades en la composición poblacional de las zonas fronterizas que constituyeron los escenarios de un conjunto de movimientos políticos de carácter transfronterizo entre las décadas de 1920 y 1930.

Palabras clave: Territorio nacional de Misiones; Censo; Población


The national territory of Misiones through its population: an approach from the 1920 census of national territories

Abstract
The present essay proposes the analysis if the socio-demographic composition of the national territory of Misiones through the results of the 1920 census in the national territories. This analysis will approach not only the results of the census, but also its production conditions and the political objectives that inspired its execution. The essay will look, in the first place, to approach the conducting of the census as a part of the agenda of political rights expansion led by the radical government in Argentina. In the second place, it will seek to learn about the general characteristics of the population in Misiones, regarding its composition by sex, ages and places of birth. In the third place, the article will seek to observe the characteristic of the population in the national bordering zones. The objective will be to contribute to the socio-demographic knowledge of Misiones, since it allows to observe the particularities in the composition of the bordering zones population, which constituted the scenarios of several transbordering political movements in the 1920 and 1930 decades.

Keywords: National territory of Misiones ; Census ; Population

 

Introducción

En 1920 se realizó por disposición del presidente Hipólito Yrigoyen un censo de población específico para los diez territorios nacionales de la Argentina.1 La realización de este censo formó parte de la agenda del radicalismo nacional gobernante que proponía la extensión del ejercicio de la ciudadanía y la posibilidad de conformar gobiernos autónomos hacia los territorios nacionales. En este sentido, la condición para que éstos accedieran al status de provincia era la de contar con una población mayor a sesenta mil habitantes constatada por los censos generales y los complementarios, según la ley 1.532/1884 que regía el sistema institucional de los mismos. Debido a que la estadística demográfica era considerada como una de las formas de conocimiento científico a través de la cual el estado podía conocer distintos aspectos de la población con el fin de guiar la acción política, no es casual que el discurso censal haya sido invocado como soporte para justificar y concretar la eventual “provincialización” de territorios nacionales. Con esta inspiración se realizó este censo de población de territorios nacionales que constituye una fuente fundamental de aproximación a muchos aspectos socio-demográficos de cada uno de ellos.

En el marco de la actual investigación para tesis la doctoral de quien escribe sobre las perspectivas y propuestas de autoridades y agentes estatales frente a movimientos políticos transfronterizos en el territorio de Misiones durante las décadas de 1920 y 1930, el censo de 1920 en tanto instrumentos de percepción estatal, constituye una fuente de aproximación a las características poblacionales del territorio.2 Debido al tardío proceso de incorporación de este territorio al estado argentino, a su situación de extensas fronteras internacionales y a los diferentes proyectos de colonización implementados en él, muchos investigadores han señalado la presencia de altos porcentajes de población procedente de los países limítrofes de Brasil y Paraguay. No obstante, hasta el momento los datos censales disponibles no han sido analizados en lo que éstos pueden decir respecto a los porcentajes estimados de esta población extrajera en el territorio y su distribución geográfica.

El presente artículo propone el análisis de la composición socio-demográfica del territorio de Misiones a partir de los resultados del censo específico de territorios nacionales de 1920. A través de este análisis se buscará, en primer lugar, abordar la realización de este censo como parte de la agenda de ampliación de derechos políticos del gobierno radical de la Argentina. En segundo lugar, conocer las características generales de la población de Misiones, en cuanto a su composición según sexo, edades y origen. Y en tercer lugar, observar las características poblacionales en las zonas fronterizas del territorio en lo que éstas aportan al conocimiento sobre el peso de la población extranjera proveniente de los países limítrofes de Brasil y Paraguay en las mismas.

En vista de los objetivos planteados, el artículo se organizará en cuatro apartados. El primero repasará los principales aportes realizados en los últimos años en cuanto a migraciones limítrofes en Argentina y la población de Misiones, para el período analizado. El segundo apartado abordará las características principales del censo de territorio nacionales de 1920, y los resultados generales que el mismo arroja sobre la población de Misiones. El tercer apartado presentará las características de la población según su origen, sexo y edad. Finalmente, el cuarto apartado analizará la distribución de la población según su origen y sexo en diferentes zonas geográficas del territorio.

El estudio de las migraciones limítrofes en Argentina y enfoques sobre la población de Misiones

El análisis del censo propuesto en el presente artículo corresponde al período de mayor crecimiento demográfico de toda la historia argentina. Factores asociados a la modernización de la estructura social y económica del país, permitieron el incremento sostenido de la población, desde mediados del siglo XIX hasta 1930. Como señala Otero, si bien la natalidad y la mortalidad comenzaron a descender en forma paralela desde 1870, el flujo migratorio ultramarino posterior compensó la inexistencia de una fase de expansión inicial, generando una gran influencia demográfica, social y cultural en el país. En este sentido, los quinquenios en los que el aporte migratorio superó al crecimiento vegetativo fueron los de 1885-1889 y 1905-1909, mientras que hacia 1920 el crecimiento migratorio volvió a crecer aunque en valores muy inferiores a los de los quinquenios señalados. (Otero, 2007a: 346-347).

Las características del período determinan de este modo la centralidad del fenómeno migratorio europeo en los estudios sobre población en la Argentina. Otero ha señalado respecto de ello, que la espectacularidad del flujo migratorio europeo “difícilmente puede ser exagerada” debido a que, entre 1870 y 1915, ingresaron al país más de 7.000.000 de inmigrantes, proveniente en su mayoría de Europa. Además de ello, la importancia de esta inmigración en la estructura socio-demográfica argentina podía observarse hacia 1914 en el hecho de la misma representaba cerca del 30% de la población total, constituyendo un caso límite en la historia de la población mundial del período (Otero, 2007a).

Los estudios sobre migraciones limítrofes en Argentina no han tenido, por su parte, la misma centralidad que los estudios sobre migraciones ultramarinas, sin embargo, han logrado su propio desarrollo a partir del cambio de siglo. En los últimos años las migraciones limítrofes han llamado la atención de los investigadores no sólo por su peso y evolución histórica, sino por su importancia en la actualidad (Benencia, 2007; Ceva, 2006).3

Entre los estudios que han incorporado análisis socio-demográficos en base a datos censales, se encuentran tanto los que han buscado abarcar la totalidad de las migraciones limítrofes, analizando la evolución histórica de estos flujos desde finales del siglo XIX hasta el presente, como aquellos que se han centrado en los flujos particulares provenientes de cada país limítrofe. En este sentido, el estudio de Benencia (2007) sobre las migraciones limítrofes en la Argentina desde fines del siglo XIX hasta la actualidad, ha permitido una mayor comprensión sobre este fenómeno y su relevancia respecto de los flujos inmigratorios totales, como así también sobre la relación entre éstos flujos y los mercados de mano de obra. Por su parte, los estudios que han abordado específicamente la migración limítrofe proveniente de Brasil y Paraguay, como los de Hasenbalg y Frigerio (1999) y Bruno (2007 y 2013) respectivamente, han demostrado la importancia de las provincias limítrofes, particularmente Misiones y Formosa, como receptores de estos migrantes, no siempre como una instancia de paso hacia el área metropolitana de Buenos Aires.

En el caso de Misiones, los estudios sobre migraciones parecen centrarse más en las diversas experiencias particulares de colonización, que en el análisis socio-demográfico de estos flujos. La investigación de Bartolomé (2000) sobre la inmigración de polaca y ucraniana procedente de Galitzia (Antiguo Imperio Austro-Húngaro) en la localidad de Apóstoles ha aportado en este sentido. Su investigación sobre la inmigración galitziana al amparo de un proyecto de colonización oficial durante la última década del siglo XIX, ha buscado indagar en el desarrollo agrario en cuanto a las estrategias adaptativas, variables culturales intervinientes y rol de la etnicidad en el comportamiento de estos inmigrantes. Por su parte, Gallero (2009) también ha indagado en el proceso de colonización de la localidad de Puerto Rico, por parte de inmigrantes teuto-brasileños, a través de proyectos de colonización privada a partir de la década de 1920.

Además de los estudios centrados en experiencias particulares de colonización en Misiones, también se encuentran aquellos que han buscado abarcar los procesos de inmigración en el territorio de Misiones en forma más global. Los primeros trabajos de Bartolomé (1982) y de Perié de Schiavoni y Souvi (1985), han caminado en ese sentido, el primero haciendo hincapié en el desarrollo de la agricultura en el territorio, y las segundas en el las características particulares de los proyectos de colonización estatal y privada que fueron implementados sucesivamente en el territorio, en cuanto a su distribución geográfica y la procedencia de los contingentes de inmigrantes arribados a través de ellos. Más recientemente, Gallero y Krautstofl (2009) también han propuesto el abordaje de las diversas corrientes inmigratorias con el objetivo de ofrecer una cartografía etnográfica de Misiones, desde 1881 hasta 1970. En este análisis las autoras incorporan resultados de diversos censos nacionales para observar la evolución en la cantidad de población de origen argentino y extranjero, no obstante lo cual la composición interna por nacionalidades entre estos últimos no se encuentra detallada. En este sentido, si bien entre estos estudios es frecuente la alusión a la población proveniente de países limítrofes, particularmente Brasil y Paraguay, no se encuentran en ellos estimaciones porcentuales respecto al peso de la misma en el territorio, con base en los datos censales disponibles. Aunque al respecto, lo mismo puede decirse sobre los porcentajes de población de origen europeo.

La población del territorio de Misiones a través del censo de 1920: características generales

El presente análisis socio-demográfico de la población del territorio de Misiones fue realizado, como se ha adelantado, a partir de los resultados del censo general de territorios nacionales realizado en 1920.4 Si bien para este año aún no se habían desarrollado los procesos de colonización estatal en la zona del dorsal central, y la privada en la zona del Alto Paraná, que atrajeron importantes contingentes de inmigrantes europeos al territorio, este censo constituye una fuente fundamental para conocer la composición socio-demográfica de Misiones durante las primeras décadas del siglo XX.5 Más aún si te tiene en cuenta que hasta el censo nacional de 1947, no se cuenta con otros relevamientos censales. En este sentido, y conforme a las tendencias de la historia estadística, antes de analizar los resultados de este censo, es preciso abordar el contexto de producción del mismo (Otero, 2007b: 187).

El levantamiento de un censo de población de territorios nacionales en 1920 respondió, como se ha mencionado, a la necesidad del radicalismo gobernante a nivel nacional de contar con un conjunto de conocimientos sobre la población de estos territorios como soporte científico para impulsar diversos proyectos de ampliación de derechos políticos hacia ellos.6 En los territorios nacionales los habitantes no tenían aún condición de ciudadanos, por lo tanto no podían elegir representantes nacionales ejecutivos o legislativos, pudiendo ejercer el derecho al sufragio para cargos municipales, sólo en los municipios de más de mil habitantes. Para que un territorio pudiera acceder a la condición de “provincia”, debía contar con una población de más de sesenta mil habitantes constatados por censos generales y complementarios, según lo establecido por la ley 1.532/1884. En este sentido, la estadística demográfica no sólo era considerada entonces como la forma de conocimiento científico a través de la cual el estado podía conocer distintos aspectos de la población con el fin de guiar la acción política, sino también como la forma de conocimiento de la cantidad de habitantes de las unidades del estado con el objetivo de determinar la representación política en los sistemas parlamentarios (Otero, 2007b: 194).

La proyección y ejecución de censos específicos de territorios nacionales, expresa de este modo la conjunción de varios procesos relativos a la conformación del estado nacional argentino, entre los que se destacan las posibilidades para representarse a sí mismo como “nación”, el lugar que se otorgaba a estos territorios en ese sentido -en cuanto a su población y a su desarrollo- y qué políticas debían implementarse en ellos. En estas tres cuestiones el discurso censal tuvo un rol central, ya que a partir de la segunda mitad del siglo XIX, su función fue la de conformar una determinada “imagen de la nación” (Otero, 2006: 101-105).

Por ello no es casual que este tipo de discurso haya sido invocado como soporte “científico” para justificar y concretar la eventual “provincialización” de aquellos territorios, en tanto el discurso censal podía habilitarlos o no a formar parte en forma plena del estado nacional, y más aún cuando todos ellos suponían algún tipo de situación fronteriza, ya sea frente a sociedades indígenas no sometidas completamente, o sea frente a otros estados nacionales en formación. En este sentido, la realización de un censo específico de territorios nacionales en el año 1920, respondió a un contexto en el que el radicalismo nacional gobernante se había propuesto extender el ejercicio de la ciudadanía, y la posibilidad de conformar gobiernos autónomos, a los territorios nacionales que, según la ley 1.532, estuviesen en condiciones de hacerlo.7

Debido a que los resultados censales podían modificar, de este modo, las representaciones parlamentarias, no sólo creando nueva provincias sino incorporando diputados para las ya existentes, las provincias de menor crecimiento y los sectores políticos opositores al radicalismo buscaron, desde 1914, impedir con éxito la realización de nuevos censos nacionales. Esto fue lo que impidió que se actualizarán los relevamientos censales hasta 1947, cuando se logró adecuar la realidad socio-demográfica del país a la arquitectura parlamentaria (Otero, 2007b: 196-197). En este sentido, la realización de un censo específico de territorios nacionales dispuesta por el Presidente Yrigoyen, pudo responder a las dificultades encontradas para efectivizar el levantamiento de un censo general, debido a la oposición de diferentes sectores políticos.

El censo de territorios nacionales de 1920, no escapó al pensamiento censal argentino decimonónico. Ello le imprimió determinadas características que tuvieron su correlato en los resultados obtenidos. Entre las bases a partir de las cuales este pensamiento censal definía a la población, se pueden señalar tres como las más importantes: 1) la supresión de las preguntas sobre raza o color y la adopción de la nacionalidad como criterio único de definición de las personas; 2) la progresiva utilización de los individuos como unidades de análisis (en lugar de familias u hogares); y 3) la casi nula atención otorgada a las situaciones de ilegitimidad (Otero, 2006: 333-337, 419-427).

Más allá de las causas que inspiraron estas orientaciones en la confección de los censos, las mismas tuvieron efectos distorsivos en los resultados. Entre ellos se pueden destacar la no incorporación de categorías de medición como la población negra e indígena, o las uniones de hecho y el amancebamiento en el caso del estado civil. Además, la adopción del principio de jus solis8 para determinar la nacionalidad de un individuo, forzó la interpretación según la cual el proceso de homogeneización de los hijos de inmigrantes se producía en el lapso de una generación (Otero, 2006: 374-376). Aunque de realización posterior, también es posible advertir estos efectos distorsivos, en los resultados del censo de 1920.

El censo de 1920 arrojó para Misiones una población total de 63.176 habitantes, constituyendo el segundo territorio nacional más poblado, después de La Pampa con 122.535 habitantes. Entre los 63.176 habitantes censados se presenta una relación de masculinidad equilibrada de 109,2. Respecto de la distribución etaria de la población total, el censo cuenta con un cuadro de edades completo por sexo, divido entre argentinos y extranjeros. Al agrupar todas las edades por franjas etarias de 15 años, se presenta un 42% de menores de 14 años, ofreciendo la pirámide de crecimiento del Gráfico 1.

En relación a la distribución por sexo y edad, la relación de masculinidad es en general equilibrada. No obstante, si se observa el Cuadro 1, es posible advertir que más del 70 % de la población es menor de 30 años, y que superando esa edad, la relación de masculinidad se eleva.

Cuadro 1. Distribución de la población del territorio de Misiones por sexo y edad, en 1920.


Edades

Mujeres

Varones

Total

%

Relación de masculinidad

0 a 14 años

12.450

13.249

26.699

42,2

106,4

15 a 30 años

9.953

10.367

20.320

32,1

104,1

30 a 50 años

5.503

6.517

12.020

19

118,4

Más de 50 años

2.285

2.854

5.139

8,1

124,9

Total

30.191

32.985

63.176

100

109,2

Fuente: Ministerio del Interior. (1923) Censo General de Territorios Nacionales, República Argentina, 1920. Tomo I. Buenos Aires: Establecimiento Gráfico Martino. pp. 137


Respecto de estos resultados, los comentarios del censo destacan que si bien en Misiones había un mayor número de varones, esta diferencia no alcanzaba las proporciones que se observaban en otros territorios como los del sur, y atribuían este hecho a que, al igual que La Pampa y Los Andes, Misiones había sido poblada desde el “tiempo del Coloniaje Español”, aunque no se mencionaba a las poblaciones originarias. Además, también resaltaba que si se consideraba sólo la población argentina, el número de mujeres era mayor al de varones (Ministerio del Interior, 1923: 133). De este modo, el censo presentaba una población general más caracterizada por la presencia de familias arraigadas, que por la migración de varones adultos.

A grandes rasgos se puede afirmar que el censo presenta la imagen de una población que, considerada en forma total, aparece equilibrada en cuanto a sexo y edad, como es posible advertir en el Gráfico I y el Cuadro I. Sin embargo, se trata de una población en la que un 32,5 % se define como extranjero. En este sentido, si bien la población total superaba los sesenta mil habitantes necesarios para que un territorio nacional accediese al estatus de provincia, el análisis de las características presentes entre la población de origen argentino y extranjero demuestra que el porcentaje de población en condiciones de ejercer la ciudadanía se reduce a menos de un 10% del total, como se desarrollará a continuación.

Argentinos y extranjeros: la población según su origen

Como se ha mencionado, la estadística de entonces ponía especial énfasis en incluir de modo pormenorizado a la población extranjera sobre un principio de nacionalidad con estructura de estado.9 Para el censo de 1920, esto permite observar los datos de cada nacionalidad presente en el territorio, en cuanto a sexo y edad, como se observa en el Cuadro 2. De esta forma, la población total aparece compuesta internamente por un 67,5 % (42.635) de población argentina, y un 32,5% (20.531) de población extranjera. Si bien se ha señalado que en la Argentina, en diferentes coyunturas de este período, también se han advertido porcentajes altos de población de origen extranjeros, alcanzando el 30 % total (Otero, 2007a), en el caso de población de Misiones, esta población de origen extranjero proviene, en su mayoría, de países limítrofes y no de Europa como sucedía a nivel nacional.

Cuadro 2. Población del territorio nacional de Misiones por nacionalidad y sexo, 1920.

Nacionalidad

Varones

Mujeres

Total


%

Relación de masculinidad

Argentinos

21.238

21.407

42.645

67,5

99,2

Brasileños

4.014

3.207

7.221

11,4

125,1

Paraguayos

3.348

2.411

5.759

9,1

138,8

“Austríacos y Polacos”*

2.019

1.803

3.822

6,0

111,9

Rusos

352

289

641

1,0

121, 7

“Otras nacionalidades”

2.014

1.074

3.088

4,8

187,5

Total

32.985

30.191

63.176

100

109,2

Fuente: Ministerio del Interior. (1923) Censo General de Territorios Nacionales, República Argentina, 1920. Tomo I. Buenos Aires: Establecimiento Gráfico Martino. pp. 135.

*El censo consigna como “austríacos y polacos” a un conjunto de nacionalidades que integraban el Imperio Austro-Húngaro, disuelto en 1919.


Como se observa, en el principal segmento de población de origen argentino la relación de masculinidad de 99,2 expresa un ligero el predominio de la población femenina, hecho que los comentarios del censo señalan como singular entre los territorios nacionales (Ministerio del Interior, 1923: 133). Por su parte, los dos principales segmentos de población extranjera corresponden a la población de origen brasileño y paraguayo, seguida por la “austríaca y polaca”. No obstante, las diferencias en la relación de masculinidad entre los extranjeros permiten suponer diferentes tipos de procesos de migración. A diferencia de la población argentina, entre los extranjeros predomina la población masculina. En el caso de los austríacos y polacos, que presentan la relación de masculinidad más baja entre los extranjeros, se evidencia la migración de tipo familiar producto del primer plan de colonización oficial puesto en marcha a partir de 1897, que implicó la llegada de varios contingentes de inmigrantes polacos y ucranianos de la zona de Galitzia (entonces posesión del Imperio Austro-Húngaro) al territorio de Misiones.10 Mientras que en los segmentos extranjeros restantes, se puede advertir una migración claramente masculina que podría relacionarse con los factores de atracción de población relacionados a determinadas actividades económicas, como la extracción de yerba mate silvestre y madera de ley predominante en todo el norte del territorio.11

Respecto de las migraciones procedentes del Brasil, Benencia señala que en 1914, ésta población representaba casi el 18% de los inmigrantes limítrofes y el 0,5% de la población total, constituyendo el segundo segmento de migración limítrofe más importante después del uruguayo (2007: 572, 589). Por su parte, el hecho de que un alto porcentaje de esta población se encontrara en Misiones, responde a la temprana configuración de lo que Hasenbalg y Frigerio han advertido como “dos subsistemas de migración” desconectados entre sí, en el que uno de ellos tiene como destino a Misiones y está compuesto por pequeños agricultores o propietarios agrícolas, y el otro tiene como destino el área metropolitana de Buenos Aires (1999: 10).

Por su parte, la migración procedente del Paraguay, si bien es relevante, aún no alcanzaba los niveles que alcanzaría tras el fin de la Guerra del Chaco en 1936 (Benencia, 2007: 583). Tanto Benencia (2007) como Bruno (2007 y 2013) han remarcado la importancia que a lo largo de diferentes períodos han jugado los factores de atracción relativos a la demanda de mano de obra, fundamentalmente para tareas de recolección agrícola en las provincias de Formosa, Chaco y Misiones, asociadas a la yerba mate o algodón. Los posibles factores de atracción de población paraguaya serán analizados en el siguiente apartado.

Si se cruzan los datos de nacionalidad y relación de masculinidad con la distribución por edades y relación de masculinidad por franjas etarias entre argentinos y extranjeros, se advierte mayores diferencias entre ambos segmentos. Como se observa en el Gráfico 2, entre los argentinos predomina la población menor de 14 años con el 54,5% del total, conformando la pirámide de crecimiento de base muy amplia.

Por su parte, entre este segmento, la relación de masculinidad se mantiene bastante equilibrada en casi todas las franjas etarias. No obstante, se presenta particularmente baja, en las franjas entre los 15 y 30 años, y entre los 30 y 50 años, que constituyen los rangos de edad más económicamente activos, como se aprecia en el Cuadro 3.

Cuadro 3. Distribución por edades y sexo de la población argentina, en el territorio nacional de Misiones en 1920.


Mujeres

Varones

Total

%

Relación de masculinidad

De 0 a 14 años

11.293

11.964

23.257

54,5

105,9

De 15 a 30 años

6.658

6.129

12.787

29,9

92,5

De 30 a 50 años

2.789

2.408

5.197

12,1

86,3

De más de 50 años

667

737

1.404

3,2

110,4

Total

21.407

21.238

42.645

100

99,2

Fuente: Ministerio del Interior. (1923) Censo General de Territorios Nacionales, República Argentina, 1920. Tomo I. Buenos Aires: Establecimiento Gráfico Martino. pp. 137.

De este modo, si bien la población total de Misiones superaba la cifra de sesenta mil habitantes necesaria para aspirar a la provincialización, la población en condiciones de ejercer sus derechos políticos plenos (varones, argentinos, mayores de 18 años) era tan solo del 10,9 % de la población total. Los comentarios del censo son tajantes respecto de esto, señalando que “desde el punto de vista electoral los varones argentinos mayores de 18 años y que por lo tanto tendrían derecho al voto son, como acabamos de ver, 6.900”, es decir, una cifra muy por debajo de lo que se deseaba (Ministerio del Interior, 1923: 137).

Por el contrario, en el caso de la población extranjera, la mayoría de la población se agrupa en la franja etaria de los 15 a los 30 años, seguida por la de los 30 a 50 años, mientras que los menores de 14 años constituyen el menor porcentaje de 11,8%. Estos resultados para la población extranjera arrojan la pirámide poblacional invertida que se observa en el Gráfico 3.

Finalmente, al observar la relación de masculinidad entre franjas etarias de la población extranjera en el Cuadro 4, se advierte que la misma es alta particularmente en la franja etaria de entre 30 y 50 años, donde llega a ser de 151,4. También entre los mayores de 50 años se presenta una relación de 130,8, y en la franja entre 15 y 30 años, una de 128,6. Tan solo entre los menores de 14 años este índice aparece más equilibrado, con el 110,8, pero como ya se ha señalado, esta franja constituye la menos significativa.

Cuadro 4. Edades de la población extranjera, y relación de masculinidad del territorio nacional de Misiones en 1920.


Mujeres

Varones

Total

%

Relación de masculinidad

De 0 a 14 años

1.157

1.283

2.440

11,8

110,8

De 15 a 30 años

3.295

4.238

7.533

36,6

128,6

De 30 a 50 años

2.714

4.109

6.823

33,2

151,4

De más de 50 años

1.618

2.117

3.735

18,1

130,8

Total

8.784

11.747

20.531

100

133,7

Fuente: Ministerio del Interior. (1923) Censo General de Territorios Nacionales, República Argentina, 1920. Tomo I. Buenos Aires: Establecimiento Gráfico Martino. pp. 137.


De este modo, hacia 1920 el territorio de Misiones contaba con una población de origen argentino menor de 14 años en un 54,5 %, presentando una pirámide de muy amplia base (ver Gráfico 2). Esta población además aparece compuesta por una mayor cantidad de mujeres, presentando una relación de masculinidad general de 99,2, lo que podría indicar algún tipo de emigración de varones de origen argentino (ver Cuadro 2).

La población de origen extranjero, por su parte, aparece compuesta en un 70 % por personas de entre 15 y 50 años, habiendo más personas de más 50 años que menores de 14, lo que arroja una pirámide claramente invertida (ver Gráfico 3). Además, entre los extranjeros se presenta una importante cantidad de varones, precisamente entre estas franjas más numerosas y más económicamente activas. No obstante, las diferencias advertidas en las relaciones de masculinidad entre los diferentes grupos nacionales mayoritarios, hablan de diferentes procesos migratorios. En el caso de los ucranianos y polacos (consignados como “austríacos” en el censo), se observa claramente la migración de tipo familiar asociada los proyectos de colonización estatal agrícola. Mientras que en el caso de los brasileños y paraguayos, se advierte la migración de mayor cantidad de varones adultos, posiblemente relacionada las tareas extractivas.

La población en el territorio: su distribución geográfica

A continuación se analizarán los resultados del censo en relación a la distribución geográfica de las nacionalidades presentes en la población de Misiones, y las relaciones de masculinidad en cada caso. Como señala Benencia, el análisis de las migraciones limítrofes desde la perspectiva de los territorios donde se localizan, requiere considerar en el caso de las áreas de frontera, dos cuestiones clave: que se trata de “espacios de intercambio de personas y de bienes con una intensidad más o menos permanente”, y que además también pueden tratarse de “asentamientos étnicos con paisajes de identidad diferenciada con respecto al resto del territorio”. De manera que en ellas se presentan interacciones de antigua data entre inmigrantes y nativos, en los que son frecuentes los pasajes constantes entre países por parte de ambos (2007: 577). Atendiendo a ello, el análisis por zonas geográficas incorporará las particularidades históricas de cada una de ellas en cuanto al desarrollo de sus actividades económicas y sus sistemas de comunicación y transporte.

La división administrativa del territorio de Misiones en 1920 comprendía once departamentos: Posadas, Apósteles, Cainguás, Candelaria, Concepción, Guaraní, Iguazú, La Frontera, San Ignacio, San Javier y San Pedro. A fin de ofrecer un panorama general del territorio, antes de abordar las situaciones particulares, es posible agrupar los once departamentos existentes entonces, en tres zonas geográficas diferentes: zona Sur, zona Alto Uruguay y zona Alto Paraná. En la zona Sur se agruparán los departamentos de Posadas, Candelaria y Apóstoles; en la zona del Alto Uruguay se agruparán Concepción, San Javier, Guaraní y La Frontera; y en la zona Alto Paraná se agruparán San Ignacio, Cainguás, San Pedro e Iguazú (Mapa 1).

Mapa 1. División departamental del territorio nacional de Misiones en 1920 y zonas geográficas Sur, Alto Paraná y Alto Uruguay.

1. Posadas; 2. Candelaria; 3. Apóstoles; 4. Concepción; 5. San Javier; 6. Guaraní; 7. La Frontera; 8. Iguazú; 9. San Pedro; 10. Cainguás; 11. San Ignacio.

Fuente: Elaboración propia sobre la base de educ.ar y los datos de Instituto Provincial de Estadística y Censos (2012). Gran Atlas de Misiones. Posadas: IPEC. pp. 93.

La división en zonas corresponde a un criterio geográfico que toma como referencia para el caso de las zonas Alto Paraná y Alto Uruguay, a los grandes cursos de agua de los ríos Paraná y Uruguay, y a la Sierra de Misiones que los separa. Y para el caso de la zona Sur, la costa del río Paraná desde el límite con Corrientes hasta al arroyo Yabebirí, y desde la costa sur de éste hasta el extremo sur de la Sierra de Imán. No obstante, desde el punto de vista socio-histórico, también es posible establecer estas tres zonas diferenciadas, como se desarrollará a continuación.

La cantidad de población en cada departamento y el porcentaje que concentraban en relación a la población total se observa en el Cuadro 5. Los departamentos que concentraban más del 50% de la población eran los del sur: Posadas, Candelaria y Apóstoles, con el 68,31% (43.170). Mientras que los de menor concentración poblacional eran los departamentos de La Frontera y Guaraní con menos de 1% cada uno.

Cuadro 5: Habitantes por departamentos y porcentaje en relación al total, del territorio nacional de Misiones, 1920.

Departamento

Habitantes

%

Posadas

18.377

29,08

Candelaria

13.379

21,17

Apóstoles

11.414

18,06

San Javier

6.613

10,46

San Ignacio

5.743

9,09

Concepción

3.389

5,36

San Pedro

1.446

2,28

Iguazú

1.176

1,86

Cainguás

701

1,10

La Frontera

562

0,88

Guaraní

376

0,59

Total

63.176

100

Fuente: Ministerio del Interior. (1923) Censo General de Territorios Nacionales, República Argentina, 1920. Tomo I. Buenos Aires: Establecimiento Gráfico Martino.

El censo contiene, en relación a distribución geográfica de los habitantes en el territorio, un apartado titulado “La población según su residencia”. En este apartado se presentan cuadros con datos por cada departamento según diferentes criterios (nivel de instrucción, vacunación, etc.) entre los cuales interesan a los objetivos propuestos en este trabajo, aquellos relativos a la cantidad de población por cada departamentos (y sus municipios, localidades, colonias, parajes o villas), según su nacionalidad y sexo. Por desgracia no es posible cruzar los datos por nacionalidad y sexo para cada municipio o localidad, por lo que la aproximación analítica será de carácter general por cada departamento, y estimativa al abordar las situaciones específicas de las localidades de frontera internacional.
    a. Zona Sur

La zona que se denomina como Sur, es una de las zonas de más antiguo poblamiento del territorio. Es el asiento de Posadas, la ciudad capital, que estuvo desde 1820 hasta la Guerra del Paraguay (1864-1870), bajo administración paraguaya, y era llamada Trinchera de los Paraguayos o Trinchera de San José.12 Tras la Guerra del Paraguay, la provincia de Corrientes fundó allí en 1876, la actual ciudad de Posadas. La importancia de ésta residía en la actividad portuaria y comercial, debido a que por las características del río Paraná en esta zona, la navegación de grandes embarcaciones era posible sólo desde los Saltos de Apipé en Corrientes (a la altura de la localidad de Ituzaingó), hasta el Guayrá, en el Brasil, por lo cual el puerto de Posadas se ubicaba como el centro de la navegación de todo el Alto Paraná. Además, su ubicación frente a la entonces Villa Encarnación (Itapúa, Paraguay), que era –y continúa siendo- la localidad más importante del sureste paraguayo, colocaba a Posadas como el paso fronterizo de mayor importancia de todo el límite de Misiones con Paraguay. Además era el asiento de las autoridades políticas, reafirmándose con ello su posición dominante en el plano político y económica del territorio (Abínzano, 1985).

También datan de la administración correntina la fundación de las colonias de San José (departamento de Apóstoles), y de Santa Ana y Candelaria (departamento de Candelaria), en las que posteriormente, tras la federalización, se le dio impulso al proceso de colonización oficial efectivizándose las mensuras de estas dos últimas colonias. Finalmente, hacia fines del siglo XIX, se crearon las nuevas colonias de Bompland y Cerro Corá en Candelaria, y la de Apóstoles.

Esta zona fue la que más tempranamente recibió los beneficios de la extensión de los sistemas de comunicación y transporte. Ya hacia la segunda década del siglo XX, la zona contaba con una red telegráfica que comunicaba las localidades de Posadas, Candelaria, San José, Cerro Corá, Bompland y Apóstoles, con el resto del país. Además, también contaba con el Ferrocarril del Nordeste, que conectaba Posadas con San José y Apóstoles (Gobernación de Misiones, 1915).

El temprano proceso de colonización en la zona Sur, sumado al hecho de ser asiento de la ciudad capital, fue lo que determinó la concentración demográfica en ella, convirtiéndola en el “centro gravitatorio poblacional de Misiones” hasta bien entrado el siglo XX (Bartolomé, 1982: 12). Según el censo de 1920, la zona Sur era la que concentraba el 68,31% (43.170) de la población total del territorio. Además, si se observa el Cuadro 6, la zona también presenta un porcentaje de población de origen argentino, que predomina por más del 60% en todos los departamentos. Por otra parte, la zona arroja un índice de relación de masculinidad equilibrado, de 104,4, lo que demuestra el arraigo de familias.

Cuadro 6. Población según nacionalidad y sexo en los departamentos de Posadas, Apóstoles y Candelaria del territorio nacional de Misiones en 1920.

Posadas


Varones

Mujeres

Total

%

Relación de masculinidad

Argentinos

6810

6918

13728

74,7

98,4

Paraguayos

1318

1229

2547

13,8

108

Brasileños

406

317

723

3,9

128

Españoles

259

119

378

2,0

217,6

Uruguayos

119

106

225

1,2

112, 2

Italianos

145

63

208

1,1

230,1

Otras

394

198

592

3,2

198,9

Total

9434

8943

18377

100

105,4

Apóstoles


Varones

Mujeres

Total

%

Relación de masculinidad

Argentinos

3917

4058

7975

69,8

96,5

Austríacos

1153

1109

2262

19,8

103,9

Brasileños

239

197

436

3,8

121,3

Polacos

212

196

408

3,5

108,1

Rusos

67

55

122

1,0

121,8

Otras

131

80

211

1,8

163,5

Total

5719

5695

11414

100

100,4

Candelaria


Varones

Mujeres

Total

%

Relación de masculinidad

Argentinos

4098

4290

8388

62,6

95,5

Brasileños

1096

914

2010

15,02

119,9

Paraguayos

410

353

763

5,7

116,1

Rusos

215

196

411

3,07

109,6

Alemanes

236

120

356

2,6

196,6

Polacos

193

158

351

2,6

122,1

Austríacos

184

152

336

2,5

121

Ucranianos

85

74

159

1,1

114,8

Otras

518

287

805

6,01

180,4

Total

6906

6476

13379

100

106,6

Resumen de la zona Sur según sexo y relación de masculinidad


Varones

Mujeres

Total

%

Relación de masculinidad

Posadas

9434

8943

18377

42,5

105,4

Apóstoles

5719

5695

11414

26,4

100,4

Candelaria

6906

6476

13379

30,9

106,6

Total

22059

21114

43170

100

104,4

Fuente: Ministerio del Interior. (1923) Censo General de Territorios Nacionales, República Argentina, 1920. Tomo I. Buenos Aires: Establecimiento Gráfico Martino. pp. 155-175.

En la zona Sur del territorio, sólo Posadas se encontraba claramente en el límite internacional, constituyendo un paso fronterizo de relevancia, frente a la entonces Villa Encarnación, motivo por el cual interesa aproximarse particularmente a las características de su población. Si bien no es posible conocer la composición de su población en cuanto a nacionalidad y sexo por municipio o localidad, se realizará una aproximación a través de los datos departamentales. En este sentido, de los 18.377 habitantes del departamento de Posadas, unos 14.038 residían en el ejido capitalino, mientras el resto se distribuía entre diferentes parajes. Es decir que el municipio de Posadas concentraba el 73,4% de la población departamental, con lo cual es posible considerar los datos departamentales como representativos, sobre todo cuando se considera que muchos parajes eran en verdad periféricos de ésta.

Para el departamento de Posadas, el censo arroja una importante presencia de población de origen argentino, del 74,7% (13.728) del total, seguida de un importante segmento de población de origen paraguayo del 13,8% (2.547), mientras que brasileños, españoles o uruguayos no superan el 4% cada uno. Respecto de la relación de masculinidad, el departamento arroja un índice equilibrado de 105,4.

Si bien las localidades de Candelaria y Santa Ana también eran núcleos de población importantes que se encontraban sobre el margen del río Paraná, estas no contaban en la orilla opuesta con pueblos paraguayos con quienes realizar intercambios, como sí ocurría en Posadas. Mientras que Bompland se encontraba internada hacia el interior del territorio, lejos del litoral. En este sentido, el departamento de Candelaria contaba al igual que Posadas, con una importante presencia de población de origen argentino, del 62,6% (8.388), sin embargo el segundo segmento más importante lo constituía la población de origen brasileño, que sumaba un 15% (2.010). Respecto de las relaciones de masculinidad, el departamento también arroja un índice equilibrado de 106,6.

Finalmente, el departamento de Apóstoles carecía de costas sobre los ríos Paraná o Uruguay, y por tanto, de paso fronterizo. Este es el único departamento donde se destaca hacia 1920, un segmento inmigratorio de origen europeo, en el que los “austríacos” constituyen el 19,8% (2.262) del total, debido a los ya mencionados planes de inmigración estatal que atrajeron a la zona a colonos polacos y ucranianos, a fines del siglo XIX.13

En términos generales, los segmentos de población argentina, paraguaya y brasileña presentes en todos los departamentos, arrojan índices de masculinidad equilibrados, lo que da cuenta de una mayor presencia de familias, relativizando la atracción de mano de obra masculina en la zona.

    b. Zona Alto Uruguay

La zona que se ha denominado como Alto Uruguay, es la segunda en cuanto a peso demográfico hacia 1920, concentrando el 17,3% (10.940) de la población total. Esta zona comparte un extenso límite con el Brasil, demarcado por el río Uruguay, hasta los Saltos del Moconá al norte (límite con el estado de Rio Grande do Sul), y a partir de allí por el río Pepirí Guazú hasta la localidad de Bernardo de Irigoyen, antiguamente Barrancón, donde se extiende una franja de frontera seca hasta el nacimiento del río San Antonio (límite con el estado de Santa Catarina), que vuelve a demarcar el límite internacional hasta el río Iguazú al norte.14 Estos tres ríos son poco caudalosos, y por lo tanto no eran navegables para grandes embarcaciones, sino tan sólo para pequeños botes o canoas, pudiendo cruzarse a nado o a caballo. Mientras que en la zona de frontera seca, la única barrera para el paso de los hombres a través del límite internacional, era la espesura de los montes nativos.

Al igual que la zona Sur, el Alto Uruguay contaba con localidades de antiguo poblamiento, cuya fundación data de la administración correntina, como eran los casos de Concepción y San Javier. Si bien la imposibilidad de navegación del río Uruguay no les ofreció a estas localidades las mismas facilidades de crecimiento que el río Paraná ofrecía, ambas localidades lograron orientar su desarrollo hacia las actividades agropecuarias con una incipiente industrialización de harina de mandioca y la caña de azúcar (Bartolomé, 1982: 5). Además, aunque no contaban con buenos caminos que las comunicaran con Posadas, se encontraban conectadas a la red telegráfica.

Diferente era la situación de las localidades fundadas hacia el norte a comienzos del siglo XX, en los departamentos de Guaraní y La Frontera, sobre el límite con Brasil. Éstas localidades se encontraban pobremente comunicadas, y estaban orientadas a las actividades extractivas de yerba mate y madera, fundamentalmente. En este sentido, pueblos como Monteagudo (Guaraní) y Barrancón (La Frontera), ubicadas sobre el límite con Brasil, fueron fundados más con el objetivo de refirmar la soberanía argentina sobre la línea fronteriza, que como polos viables de desarrollo económico y poblacional a través de proyectos de colonización.

Las características geográficas señaladas implicaban para estas localidades, severos problemas de transporte y comunicación. No sólo el río Uruguay no era navegable, sino que tampoco se extendía hasta el extremo norte del territorio, por lo que los poblados que se encontraban al norte de los Saltos del Moconá, debían comunicarse con la capital atravesando las sierras hacia oeste, hasta el río Paraná, configurando una situación de notorio aislamiento.15 Esto dio lugar a que durante las décadas de 1910 y 1920, se ofrecieran desde las autoridades políticas varias propuestas para mitigar el aislamiento de la zona, que versaron desde la instalación de torres radiográficas, la instalación de un sistema de palomas mensajeras y la construcción de un ferrocarril desde Apóstoles hasta Barrancón.16

A pesar de las diferencias planteadas entre los departamentos de Concepción y San Javier al sur, y los de Guaraní y La Frontera al norte, los cuatro contaban con una característica que, como se observa en el Cuadro 7, los unificaba. Esto es, la fuerte presencia de población de origen brasileño, casi excluyente entre la población extranjera, y que en Guaraní llega a superar a la población argentina.

Cuadro 7. Población según nacionalidad y sexo en los departamentos de Concepción, Guaraní, San Javier y La Frontera del territorio nacional de Misiones en 1920.

Concepción


Varones

Mujeres

Total

%

Relación de masculinidad

Argentinos

1244

1373

2617

77,2

90,6

Brasileños

279

276

555

16,3

101

Austríacos

36

32

68

2

112,5

Paraguayos

23

31

54

1,5

74,1

Otras

73

30

103

3,03

243,3

Total

1648

1741

3389

100

94,6

Guaraní


Varones

Mujeres

Total

%

Relación de masculinidad

Brasileños

130

83

213

56,6

156,6

Argentinos

93

57

150

39,8

163,1

Paraguayos

4

0

4

1

-

Otras

8

1

9

2,3

800

Total

235

141

376

100

166,6

San Javier


Varones

Mujeres

Total

%

Relación de masculinidad

Argentinos

2040

2160

4200

63,5

94,4

Brasileños

1114

955

2069

31,2

116,6

Paraguayos

42

31

73

1,1

135,4

Otras

172

123

295

4,4

139,8

Total

3355

3258

6613

100

102,9

La Frontera


Varones

Mujeres

Total

%

Relación de masculinidad

Argentinos

191

143

334

59,4

133,5

Brasileños

118

56

174

30,9

210,7

Paraguayos

33

8

41

7,2

412,5

Turcos

5

3

8

1,4

166,6

Otras

5

0

5

0,8

-

Total

352

210

562

100

167,6

Resumen de la zona Alto Uruguay según sexo y relación de masculinidad


Varones

Mujeres

Total

%

Relación de masculinidad

Concepción

1648

1741

3389

30,9

94,6

Guaraní

235

141

376

3,4

166,6

San Javier

3355

3258

6613

60,4

102,9

La Frontera

352

210

562

5,1

167,6

Total

5590

5350

10940

100

104,4

Fuente: Ministerio del Interior. (1923) Censo General de Territorios Nacionales, República Argentina, 1920. Tomo I. Buenos Aires: Establecimiento Gráfico Martino. pp. 155-175.

En esta zona, el paso fronterizo más importante era el de San Javier (Misiones) – Porto Xavier (Rio Grande do Sul). Sin embargo es preciso aclarar, que el aislamiento y la facilidad con la que era posible cruzar el límite internacional, aún demarcado por el río Uruguay, impide restringir los flujos fronterizos de población y productos a este punto, ya que los mismos se extendían a lo largo de toda la línea fronteriza a través de puntos más pequeños como los de Monteagudo (Guaraní) y Barrancón (La Frontera).

San Javier era el departamento de mayor población de esta zona. Contaba con un porcentaje de 63,5% (4.200) de población de origen argentino, mientras que el 31,2% (2.069) estaba compuesto por población de origen brasileño, lo que dejaba un pequeño porcentaje de población de otros orígenes, como se observa en el Cuadro VII. De manera que en este punto, la población brasileña constituía el segmento predominante entre la población extranjera. Respecto de la relación de masculinidad para este departamento, éste arroja un índice 102,9, lo que coincide con una mayor presencia de familias arraigadas, y el desarrollo temprano de tareas agrícolas señaladas por Bartolomé (1982: 5).

La Frontera se presenta como el tercer departamento más poblado de la zona. Era el que contaba con la única extensión de frontera seca con el Brasil, siendo Barrancón y Dos Hermanas sus localidades más importantes, las cuales concentraban el 71,5% (401) de la población total del departamento (562 habitantes). La primera localidad se ubica sobre el límite internacional, mientras la segunda se encuentra a pocos kilómetros de ésta hacia el oeste. En este departamento, el 59,4 % (334) está constituido por población de origen argentino, y el 30,9 % (174) por población de origen brasileño, reiterándose el alto porcentaje de estos últimos observado en San Javier. No obstante, aquí la relación de masculinidad arroja un índice alto, de 167,6. Incluso entre los argentinos este índice es alto, de un 133,5, mientras que entre los brasileños asciende a 210,7. Este predomino de población masculina, coincide con una migración asociada a la demanda de mano de obra masculina para las tareas extractivas de yerba mate y madera predominantes en la zona.

Finalmente, es preciso abordar el caso particular del departamento de Guaraní, ya que es el único departamento de todo el territorio de Misiones en el que la población extranjera de origen brasileño supera a la argentina, como así también el de menor población. Monteagudo era su localidad más importante, y estaba ubicada sobre el margen del río Uruguay frente a Brasil. Como se ha mencionado, en este departamento predominaba la población de origen brasileño, que sumaba el 56,6% (213) del total, frente al 39,8% (150) de la población de origen argentino. Al igual que en La Frontera, también Guaraní arroja un índice alto de relación de masculinidad, de 166,6, que se replica entre argentinos y brasileños, debido a la demanda de mano de obra masculina para las tareas extractivas.

    c. Zona Alto Paraná

La zona del Alto Paraná era, hacia 1920, la de menor peso demográfico, concentrando el 14,3% (9.066) de la población total. Se trata de una zona que comparte un extenso límite internacional con el Paraguay al oeste, y al norte con el Brasil. El límite con el Paraguay, está demarcado en su totalidad por el curso del río Paraná, cuyo gran caudal permite la navegación de grandes embarcaciones desde los Saltos de Apipé, en Corrientes, hasta el Guayrá, en el Brasil. Por esta razón, el río Paraná constituyó para esta zona en el período, un canal de transporte fundamental que conectaba el norte del territorio, el oeste paranaense brasileño, y las costas paraguayas, con los puertos de Posadas y Villa Encarnación. Esto permitía el transporte de la yerba mate silvestre, que se extraía de los campamentos internados en los montes de los tres países, como así también, el transporte de los rollizos de madera de ley, río abajo en jangadas. 17 Hacia 1920 esta zona no había recibido ningún plan de colonización, por lo que su ocupación se realizó hasta entonces, a través de los pequeños puertos que los empresarios de la yerba mate y la madera, habilitaban a lo largo del río Paraná, en ambas orillas (Abínzano, 1985).

Por su parte, la navegabilidad del río Paraná y la importancia de sus actividades económicas determinaron para esa zona, un mayor desarrollo en los sistemas de comunicación y transporte. La navegabilidad del Paraná permitió el desarrollo de varios servicios fluviales, cuyas frecuencias incluían más de un viaje por semana (Ministerio del Interior, 1916-1917). Si bien la red telegráfica alcanzaba las localidades de San Ignacio y Córpus únicamente, desde 1914 la localidad fronteriza de Puerto Aguirre (actual Puerto Iguazú) contaba con una torre radiográfica que comunicaba esa zona con Posadas (Gobernación de Misiones, 1915). De manera que a pesar de ser la zona menos poblada, se encontraba mejor integrada a la ciudad capital.

La localidad de mayor importancia, y a su vez la más antigua de esta zona, era la de San Ignacio. Contaba por entonces con una incipiente industria de la yerba mate, que impulsaba los primeros cultivos de esta planta en grandes estancias. Tanto San Ignacio como la colonia próxima de Córpus, fueron fundadas durante la administración correntina y, tras la federalización, esta última fue designada como capital del territorio, hasta la cesión de Posadas por Corrientes, pocos meses después (Abínzano, 1985; Zouví, 2008).18

El Alto Paraná por sus características, no contaba con ningún paso fronterizo de relevancia en el período, ya que no contaba con localidades importantes sobre el margen argentino del río Paraná, ni en la orilla opuesta. Por el contrario, la zona se encontraba más bien ligada a Posadas y Villa Encarnación a través del río Paraná, siendo ambos puertos además, los puntos de reclutamiento de la mano de obra para las tareas extractivas río arriba, en Argentina, Brasil y Paraguay (Abínzano, 1985). Sólo la colonia Foz de Iguazú en el estado de Paraná, sobre el límite internacional, y próxima a Puerto Aguirre (actual Puerto Iguazú) en la costa argentina, constituía un paso fronterizo de alguna importancia.

En esta zona predominaba la población de origen argentino, seguida por una importante presencia de paraguayos y, en menor medida, de brasileños. A diferencia de las zonas Sur y Alto Uruguay, aquí la relación de masculinidad es elevada, arrojando un índice general de 143, como se observa en el Cuadro 8. Tanto la escasa población como el predominio de población masculina coinciden con la ocupación temporaria del espacio a través del establecimiento de campamentos u obrajes, y la demanda de mano de obra masculina, características de las actividades extractivas predominantes en la zona. Esta fuerte presencia masculina encuentra su máxima expresión en los departamentos de Cainguás, con un índice de 186,6, y de Iguazú, con uno de 288,1, que son a su vez los de menor población.

Cuadro 8. Población según nacionalidad y sexo en los departamentos de San Ignacio, San Pedro, Cainguás e Iguazú del territorio nacional de Misiones en 1920.

San Ignacio


Varones

Mujeres

Total

%

Relación de masculinidad

Argentinos

1756

1695

3451

60

103,5

Austríacos

61

40

101

1,7

152,5

Brasileños

299

219

518

9

136,5

Paraguayos

819

527

1346

23,4

155,4

Polacos

68

49

117

2,03

138,7

Otras

154

73

227

3,4

210,9

Total

3143

2600

5743

100

120,8

San Pedro


Varones

Mujeres

Total

%

Relación de masculinidad

Argentinos

484

425

909

62,8

113,8

Brasileños

159

105

264

18,2

151,4

Paraguayos

198

50

248

17,1

396

Otras

25

7

32

2,2

357,1

Total

861

585

1446

100

147,1

Cainguás


Varones

Mujeres

Total

%

Relación de masculinidad

Argentinos

199

131

330

47

151,9

Paraguayos

112

43

155

22,1

260,4

Brasileños

96

57

153

21,8

168,4

Alemanes

31

4

35

4,9

775

Otras

21

8

29

4,1

262,5

Total

459

242

701

100

186,6

Iguazú


Varones

Mujeres

Total

%

Relación de masculinidad

Argentinos

406

157

563

47,8

258,5

Paraguayos

364

113

477

40,5

322,1

Brasileños

78

28

106

9

278,5

Otras

25

5

30

2,5

500

Total

873

303

1176

100

288,1

Resumen de la zona Alto Paraná según sexo y relación de masculinidad


Varones

Mujeres

Total

%

Relación de masculinidad

San Ignacio

3143

2600

5743

63,3

120,8

San Pedro

861

585

1446

15,9

147,1

Cainguás

459

242

701

7,7

186,6

Iguazú

873

303

1176

12,9

288,1

Total

5336

3730

9066

100

143

Fuente: Ministerio del Interior. (1923) Censo General de Territorios Nacionales, República Argentina, 1920. Tomo I. Buenos Aires: Establecimiento Gráfico Martino. Pp. 155-175.

San Ignacio, el departamento más poblado de la zona, presenta un predominio de población de origen argentino del 60% (3.451), seguido por un segmento importante de población de origen paraguayo, del 23,4% (1.346), mientras la población de origen brasileño, suma un 9% (518). El índice general de masculinidad aquí es de 120,8, que resulta bajo si se lo pone en relación a los demás departamentos.

San Pedro, el segundo departamento más poblado de la zona, cuenta con un 62,8% (909) de población de origen argentino. El segundo segmento más importante lo constituye la población de origen brasileño, con el 18,2% (264), ubicándose -por poco- por encima de la población paraguaya que concentra el 17,1% (248). El índice de relación de masculinidad arroja un 147,1, destacándose que entre la población paraguaya se encuentran 198 varones, y tan sólo 50 mujeres.

Iguazú es el tercer departamento más poblado de la zona, pero la presencia de población de origen argentino es menor que en los casos anteriores, concentrando el 47,8% (563). El segundo segmento más importante es el de población paraguaya que concentra un 40,5% (477) del total, constituyendo el departamento con mayor porcentaje de población paraguaya de todo el territorio, como así también el que cuenta con el índice de relación de masculinidad más alto: 288,1.

Finalmente, Cainguás, el menos poblado de los cuatro departamentos, presenta un predominio de población de origen argentino, del 47 % (330), seguido de la población de origen paraguayo, de 22,1% (155), y la de origen brasileño, el 21,8% (153). En este caso, se presenta una relación de masculinidad muy elevada que, aunque no alcanza la de Iguazú, arrojan un índice de 186,6.

En este sentido, la baja población y el predominio de población masculina, se corresponden con el desarrollo de las actividades extractivas predominantes en la zona, que ya se han mencionado. Ello permite suponer que la presencia de población de origen paraguayo como brasileño se debe a la atracción de mano de obra masculina generada por los obrajes establecidos en toda la zona, descartando el asentamiento familiar ligado a tareas agrícolas, que se ha observa en otros casos.

Reflexiones finales

El análisis de la población del territorio de Misiones a través del censo de 1920 permite ampliar los conocimientos que se tienen hasta ahora sobre algunas de sus características generales. En principio puede señalarse que, considerada en su totalidad, la población del territorio de Misiones aparece equilibrada en cuanto a la relación de masculinidad, arrojando además una pirámide poblacional de crecimiento. No obstante, las relaciones de masculinidad se elevan entre las franjas etarias mayores de 30 años, posiblemente debido al mayor peso de población extranjera entre las mismas.

Al observar la población según su origen, lo primero que se debe destacar es que más del 30 % de la población total se consigna como de origen extranjero, lo que constituye un porcentaje alto aunque acorde a los presentes en la población argentina para el período. Entre la población de origen argentino se ha señalado como una de sus características, el predominio de población menor de 14 años, arrojando una pirámide poblacional de base muy amplia. Además en este segmento se advierten relaciones de masculinidad equilibradas en todas las franjas etarias. Por el contrario, entre la población de origen extranjero se ha advertido la conformación de una pirámide poblacional invertida, en la que las franjas etarias mayores a 30 años superan ampliamente a las menores. Por su parte, entre estas franjas etarias mayores, se han observado relaciones de masculinidad muy elevadas.

Las diferencias señaladas entre la población de origen argentino y extranjero posiblemente haya sido uno de los factores que desalentaron los proyectos de provincialización en el caso del territorio de Misiones. Debido a que la población en condiciones de acceder al ejercicio de la ciudadanía (hombres argentinos mayores de 18 años) era de unas 6.900 personas, su incorporación a los padrones electorales posiblemente no haya sido considerada como suficientemente significativa.

El análisis realizado ha mostrado el importante peso de las migraciones limítrofes en la composición total de la población de Misiones, la cual superaba ampliamente a la migración ultramarina al momento de realización del mismo. Entre la población proveniente de países limítrofes se ha observado un claro predominio de la población brasileña por sobre la paraguaya. El predominio de la población brasileña en el segmento de extranjeros no sólo se advierte con claridad en la zona del Alto Uruguay, donde alcanza a superar a la argentina en un caso puntual, sino que también se encuentra presente en la zona de Sur y Alto Paraná con porcentajes altos. Por su parte, la población de origen paraguayo, si bien es predominante en las zonas Sur y Alto Paraná entre la población extranjera, no alcanza porcentajes significativos en el Alto Uruguay.

Al observar la distribución geográfica de la población es posible advertir distintos tipos de migraciones y de factores de atracción. La población proveniente de Paraguay y Brasil presente en los departamentos ubicados al sur del territorio, parece contar con una mayor presencia de familias, posiblemente relacionada al mayor desarrollo de las actividades agrícolas de la zona. Mientras que la población de origen paraguayo o brasileño presente en los departamentos del norte del territorio parecería haber sido atraída debido a la demanda de mano de obra adulta y masculina para las tareas extractivas de yerba mate y madera.

Finalmente, el análisis sociodemográfico realizado en base a los datos del censo del territorio de Misiones de 1920, ha permitido observar la existencia de zonas frontera en las que los límites territoriales de los estados nacionales parecen ser desdibujados por los orígenes de los habitantes asentados en ellos. En este sentido, si como se ha planteado, los espacios de frontera constituyen espacios de intercambio permanente de bienes y personas, en los que se presentan interacciones de antigüedad entre inmigrantes y nativos, que se desplazan con frecuencia entre los países limítrofes, las relaciones de carácter político no pueden excluirse. De manera que la aparición de diferentes movimientos políticos de carácter transfronterizo durante las décadas de 1920 y 1930 en el territorio, pareciera coincidir con una realidad socio-demográfica que pone de manifiesto la porosidad de las zonas de frontera internacional.

Notas

Una versión preliminar de este artículo fue publicada en las Actas de Congreso de la V Reunión del “Comité Académico Historia, Regiones y Fronteras”, Asociación de Universidades Grupo de Montevideo, Mar del Plata, 2014.

1 Los territorios nacionales eran los espacios de incorporación tardía al estado nacional argentino, que por sus características y por el contexto de incorporación no fueron considerados provincias plenas. En 1884 por la ley 1532, se crearon nueve territorios nacionales: Misiones, Chaco, Formosa, La Pampa, Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego (entre 1899 y 1943, también existió la de los Andes) (Ruffini, 2007).

2 Por movimientos políticos transfronterizos se entienden a aquellos movimientos políticos que realizaron acciones políticas, a veces armadas, en zonas de frontera internacional, valiéndose de la movilidad entre jurisdicciones para burlar la vigilancia de las fuerzas de seguridad de los estados. En el territorio nacional de Misiones puede mencionarse, durante las décadas de 1920 y 1930, la presencia de actividades de estas características por parte del movimiento tenentista del Brasil, del Nuevo Ideario Nacional del Paraguay, y del radicalismo proscripto de la Argentina (Pyke, 2013).

3 Benencia señala que los inmigrantes limítrofes representaban en la década de 1990 más del 50% de la población inmigrante total en argentina, y al iniciarse el nuevo siglo, representaban el 62& de dicha población (2007: 571).

4 La realización del censo fue dispuesta por un decreto del Poder Ejecutivo Nacional en 1919. El levantamiento del censo se hizo en cada territorio nacional a lo largo del año 1920, aunque en fechas separadas. Los resultados del mismo fueron publicados en 1923, en dos tomos (Ministerio del Interior, 1923).

5 Durante las década de 1920 y 1930, tuvieron lugar los procesos de colonización oficial en la zona denominada dorsal central o Sierras Centrales, fundándose los pueblos de Aristóbulo del Valle (1921), L. N. Alem (1926) y Oberá (1928). Mientras que en la zona del Alto Paraná, los emprendimientos de colonización privada dieron origen a los pueblos de Puerto Rico (1919), Montecarlo (1921) y Eldorado (1921) (Bartolomé, 1982: 23-27). Posteriormente, en la década de 1930 se fundaron los pueblos de Wanda, Lanusse, Libertad y Jardín América en el Alto Paraná, y los de Alba Posse, El Soberbio y 25 de Mayo en el Alto Uruguay. Finalmente, en la década de 1940 se fundaron los pueblos de 2 de Mayo y Campo Grande sobre el dorsal central (Gallero, 2009: 42-44).

6 La ley 1.532/1884, en efecto, establecía en su artículo 4º que cuando la población de un territorio nacional alcanzara los sesenta mil habitantes, la misma tendría derecho a ser declara “provincia argentina”, pero que esos habitantes debían ser “constatados por el censo general y los censos suplementarios sucesivos”. Además, en su artículo 46º se establecía que cuando una gobernación contara con una población de treinta mil habitantes, podría conformar una legislatura, e igualmente afirmaba que esta población debía ser constatada por “el censo general y censos suplementarios”. El censo que se disponía realizar tuvo, por tanto, el objetivo de cumplir con lo dispuesto por la ley 1.532, en cuanto a establecer la población de los territorios en la forma más aproximada posible, para proceder o avanzar en la provincialización, o en la conformación de las legislaturas.

7 Tanto bajo las presidencias de Hipólito Yrigoyen (1916-1922 y 1928-1930) como la de Marcelo T. de Alvear (1922-1928), se presentaron numerosos proyectos con este objetivo. En total, entre 1916 y 1930, el bloque radical en ambas cámaras, y el Poder Ejecutivo, presentaron diecisiete proyectos referidos a la situación política de los territorios (Ruffini, 2007; Arias Bucciarelli y Favaro, 1995). Es decir, la cuestión de los territorios nacionales formaba parte de la agenda del radicalismo, y si bien ninguna de estas iniciativas fueron tratadas ni concretadas, la realización del censo de territorios nacionales de 1920 se inscribió dentro de esa agenda política (Pyke, 2014).

8 Como explica Otero (2006: 374-376), la legislación nacional adoptó el principio de jus solis para determinar la nacionalidad de un individuo de acuerdo de acuerdo al territorio en el que nace y no por transmisión de sus progenitores.

9 Es decir, las nacionalidades sin la estructura política del estado no fueron registradas como tales (Otero, 2006: 372).

10 Bartolomé destaca la descripción de la llegada de uno de estos contingentes en 1900 por parte de un observador contemporáneo, en donde se relata que los mismos llegaban en “grandes y pesadas carretas tiradas por una tropa de bueyes, adornados con ramas verdes y hojas de palmas recién cortadas, llevando mujeres y niños con sus típicos trajes y ropas bordadas de vivos colores” (1982: 21).

11 Sobre el desarrollo de las actividades económicas extractivas de yerba mate y madera de ley desde el fin de la Guerra del Paraguay (1865-1870) hasta las primeras décadas del siglo XX en Misiones, puede consultarse Abínzano (1985).

12 La Trinchera de los Paraguayos constituía un nodo de importancia, no solo por ser el paso obligado de la ruta comercial Itapúa – Porto Alegre, sino por su acceso a los yerbales silvestres del llamado Alto Paraná (Amable, Dohman y Rojas, (2011).

13 “Esta región fue la primera en recibir un influjo masivo de inmigrantes agrícolas europeos. Estos fueron fundamentalmente polacos y ucranios procedentes de Galitzia, por ese entonces una posesión del Imperio Austro-Húngaro. El primer asentamiento de estos colonos tuvo lugar en la Colonia Agrícola Apóstoles, la que a partir de 1897 recibió numerosos contingentes de inmigrantes galitzianos. Esta colonización se llevó a cabo aplicando en su totalidad las previsiones contenidas en la ley de inmigración y colonización de 1.876 (ley Avellaneda) y en la ley de 1882 que regulaba la venta de tierras fiscales a particulares.” (Bartolomé, 1975: 16).

14 La demarcación de estos límites sobre los ríos San Antonio y Pepirí Guazú se realizó tras un litigio internacional entre Argentina y Brasil. La disputa se desarrolló en torno a una extensión de territorio de unos 30.200 km2 de superficie, hacia el este de los ríos Pepirí Guazú y San Antonio, y se terminó de definir mediante el arbitraje del Presidente de los Estados Unidos, Grover Cleveland. El fallo finalmente dispuso en 1895 que los límites entre Argentina y Brasil estaban demarcados por los ríos Pepirí Guazú y San Antonio, quedando el territorio disputado bajo jurisdicción brasileña (actualmente la zona occidental del estado de Santa Catarina) (Abínzano, 1985; Zouví, 2008).

15 Folios 367-371, Copiador de Notas Serie A, año 6/12-1926, Archivo General de la Gobernación de Misiones, Posadas.

16 El gobernador Barreyro (1917-1920/1922-1930) propuso en 1919 la instalación de una torre radiográfica en la localidad de Barrancón, fundamentando que por “las grandes dificultades que opone la selva, para la instalación y conservación de líneas telegráficas”, la “apertura de una ancha picada indispensable a ese fin, haría subir el costo de la obra a una suma demasiado elevada”. Además, para el caso de las localidades aisladas más pequeñas, como San Pedro, Monteagudo y Piray, Barreyro propuso la instalación de un sistema de “palomas mensajeras” a cargo de comisarios o encargados de destacamentos policiales. Tanto con la instalación de la estación de radio en Barrancón, como con la instalación del servicio de “palomas mensajeras”, quedaría resuelto para Barreyro “el problema de las comunicaciones oficiales con esos apartados pueblos, situados, algunos de ellos, en las fronteras”. Finalmente, para acabar con el aislamiento del Alto Uruguay, Barreyro también propuso el tendido de dos líneas férreas en dicha zona, que jamás fueron concretadas. La primera conectaría San Javier, Itacaruaré, Concepción y Azara y empalmaría con la ya existente estación del Ferrocarril Nordeste Argentino en Apóstoles, que conectaba el territorio desde Santo Tomé, pasando por Apóstoles, San José y Posadas. La segunda partiría desde la estación de Apóstoles hacia el norte en dirección a Oberá, y luego a San Pedro, finalizando en Barrancón (Barreyro, 1919: 61, 62, 66).

17 Una jangada es una embarcación o balsa que se compone de troncos amarrados entre sí.

18 La federalización de Misiones se concretó en 1881.

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Recibido: 20/11/15
Aceptado: 02/05/2016
Publicado: 15/09/2016

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